Brujita avería en Príncipe

Brujita Avería abandonó por un día su retiro estival de Baiona para ganar protagonismo en una sesión de focos en la edición 2025 de la protesta Lumes Non, que organizaba la competencia ante el Marco. Avería hizo como que estaba con los promotores, de la bandera estrellada, aunque no era así, y tras llegar montó su propio show, atrayendo a los medios. Misión cumplida.

Avería es una profesional y lleva años haciendo que hace. Ahora hace que hace de Gobierno y al mismo tiempo amaga con ser oposición, pero sin pasarse. A nadie extrañaría que en unos meses diera el salto y se presente con las siglas del decaído Mr PS, pero quién se atreve a hacer pronósticos. El BNG, en cambio, sabe perfectamente lo que se hace, actuando a través de sus mil plataformas con las que exhibe una mayoría social en la calle que las urnas le niegan. Ese es su papel, en el que se siente cómodo, mucho más que en el Parlamento, donde la mayoría política, la real, es de otro signo.

Avería debería saber que el Gobierno del que es vice 2 no es un actor subsidiario en materia de política y gestión forestal sino principal, corresponsable con las comunidades autónomas y que cuenta con muchos más medios físicos, como el Ejército o Protección Civil. No vale ponerse de perfil, aunque es cierto que el Estado es un desastre administrativo y su Ejecutivo a menudo se comporta como si las distintas comunidades fueran otro país al que se puede o no ayudar. Pero el jueves tocaba sesión de fotografía en la calle Príncipe y unas cuantas declaraciones perfectamente olvidables. Cómo es lista, hasta ahí llegó, misión cumplida y de vuelta a Baiona, que las vacaciones no terminaron todavía, como tampoco los incendios, que como el dinosaurio, ahí seguirán y cada vez mayores y más difíciles de apagar.

Hay que reconocer que es tan astuta -otros dirían taimada- que su presencia sirvió para que el PSOE finalmente se sumará a una protesta que de una u otra forma también es contra sí mismo. Así de raro es y parece todo.