El bálsamo del verano

Los veranos tienen un poder balsámico que nadie puede negar. Ayudan a recuperar el cuerpo y calmar la mente, restablecen la paz espiritual, aportan ámbitos saludables ya en la playa ya en la montaña, abren el apetito con manjares frescos e irresistibles, son favorables al descanso, la conversación, la amistad e incluso el amor… En definitiva, el verano es buena medicina que diría un primo hermano de Toro Sentado. Por eso, a nadie le extraña que tras la tempestad ha vuelto la calma y ya nadie se acuerda de que hay un recluso llamado Santos Cerdán cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real donde el ministerio del Interior ha tenido a bien establecer una medidas de seguridad y control complementarias a las existentes para preservarlo de situaciones desagradables. También se ha olvidado el personal de su compañero de fatigas y de vehículo electoral, el ex ministro José Luis Ávalos cuya posición era muy delicada al iniciarse el periodo de estío y que sigue siendo igualmente compleja a pesar de que nadie se plantee en estas horas de playa y reposo, donde estará agazapado este individuo. El arroz a banda, el tinto de verano, la toalla y el traje de baño se han encargado de difuminar la figura antes poderosa y atrayente –también para Joe Biden- de Begoña Gómez, aquella dama de rojo pasión por la que el presidente del Gobierno se retiró a meditar para volver asegurando que la amaba con todo su corazón, como si querer a su pareja tuviera algo que ver con cumplir sus funciones de Estado. Y los incendios tan malamente gestionados por todas las administraciones han borrado del mapa al fiscal Ortiz del que un día se sintió incluso propietario el presidente y que arrancó tantos comentarios favorables de parte de Félix Bolaños, el ministro de Justicia que se pasea a estas horas por el campo del Rayo Vallecano para que la gente entienda que está muy cerca del sufrido pueblo, el de la periferia de Madrid con el que se identifican personas de bien como Cristina Pedroche e Isi Palazón.

Estos episodios dramático –también el hermanísimo- se le han olvidado a casi todo el mundo menos a los jueces a los que, entre los independentistas catalanes y los ministros del Gobierno, han conseguido hartar y mira que han tardado en hacerlo. Hasta que no han podido más. Y en eso están hoy, día 2 de Vendimiario.