Salvaje asalto a una vivienda en Meis

Tres encapuchados asaltaron salvajemente a una pareja de Meis, de 50 años, la madrugada de ayer cuando salía para trabajar. Los agresores abordaron a estos vecinos, residentes en el lugar de A Moroza (Paradela), con guantes y les obligaron a entrar en su casa, donde les golpearon brutalmente, les ataron con bridas, llegando a rociar con gasolina a la mujer y amenazándola con una pistola, para obligarles a entregar el dinero que tenían en la casa, según explicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Tras el brutal asalto, los encapuchados escaparon en el coche de las víctimas con el botín, cuyo valor todavía está siendo investigado por la Guardia Civil. La mujer, logró salir por su propio pie y pedir ayuda en torno a las 7.00 horas de la mañana y ambos fueron trasladados a un centro sanitario donde se recuperan de sus lesiones. 

La Guardia Civil comenzó una intensa búsqueda ayer por toda la comarca de Arousa para dar con el paradero de los asaltantes que, al parecer, se trata de tres personas de nacionalidad española con acento gallego. Durante toda la mañana, agentes de la Guardia Civil y de la Policía Judicial registraron la vivienda recabando pruebas para seguir las pistas de los agresores. 

La casa cuenta con un sistema de alarma y también se encontraba en el patio un pastor alemán. Está situada en una zona donde hay un pequeño núcleo de casas y se trata de un lugar “muy tranquilo” y alejado al que se accede por una pista. La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, afirmó sentirse “sorprendida” por la brutalidad de la agresión afrimando que “Meis es un municipio muy tranquilo y es la primera vez que pasa algo así”. La regidora dice que fue informada sobre los hechos por parte de la Subdelegación de Gobierno y confía plenamente en “el trabajo de la Guardia Civil, ya que estuvieron hasta con un helicóptero ayer por la mañana y me consta que mantiene el operativo de búsqueda por toda la comarca".

Por su parte, fuentes de la investigación afirman que no descartan ninguna hipótesis, pero el modus operandi no tendría relación con los robos en casas producidos en otros municipios de Pontevedra.

Las víctimas llevan dos años viviendo en la zona

La casa de la pareja víctima del asalto era propiedad del padre de él, quien se dedicaba al negocio de la madera, según algunos vecinos de la zona. Ambos forman una pareja discreta hasta tal punto que los vecinos de las casas colindantes (apenas unas cinco) o bien tienen poco trato con ellos, afirman “conocerlos muy poco” o no quisiero hacer declaraciones a este medio. La pareja, al parecer, está terminando de rehabilitar su casa, una vivienda pequeña situada en la parte más alta de la parroquia de A Moroza.

Una de las vecinas aseguró a este periódico que se trata de una pareja “que veu para acá haberá uns dous anos, despois da pandemia”, y que “non sei moito máis, porque non falo moito con eles. Eu coñecía ao pai, que era o dono da casa". Otra de las vecinas, más próxima a la vivienda confirma lo mismo: poca o nula relación. Y nadie de los alrededores consultado afirmó haber visto nada que llegase a sospechar una agresión como la sucedida ayer. De hecho, los habitantes de esta parroquia de Paradela afirman que se enteraron de lo sucedido cuando vieron a los agentes de la Guardia Civil acercarse a esta zona ayer por la mañana. 

La lejanía en la que se encuentra la vivienda y la hora a la que se produjo el asalto tampoco dejaron ningún testigo de lo sucedido. “Eu non me enterei de nada nin sei nada”, afirmó una de las vecinas. La mayoría de viviendas colindantes son casas con fincas y se accede por una subida estrecha próxima a la carretera nacional rodeada de arboleda en la parte más alta del municipio.

La Guardia Civil recibió el aviso de los hechos y desplegó de inmediato un importante operativo con controles de tráfico en la zona de O Salnés. Durante toda la mañana de ayer, varias unidades realizaron una minuciosa investigación en el escenario, que incluyeron inspecciones en la vivienda y entorno, fotografías y todo tipo de pesquisas para reducir el cerco sobre los asaltantes.