El ‘abuelo’ de la Armada vigila el Miño desde hace 60 años
Patrullero "Cabo Fradera"
El “Cabo Fradera” es el segundo navío más veterano en servicio y surca los 77 kilómetros del Tramo Internacional vigilando la actividad pesquera, de caza y la náutica de recreo
El patrullero “Cabo Fradera” lleva más de sesenta años surcando las aguas del Miño y, para muchos, hace parte del día a día de esta comarca. Los años de servicio del buque es toda una rareza en la flota de la Armada, donde de media no suelen pasar los 40 años en activo, por lo que es ya el segundo barco más antiguo después del “Juan Sebastián El Cano”.
El buen estado del buque le permite llevar a cabo las labores de vigilancia del tramo internacional, 77 kilómetros que cubre en cooperación con su homólogo portugués, y que van desde la desembocadura del Troncoso, en Salvaterra, hasta A Guarda.
Navegar en aguas fluviales no es tan fácil como parece. Sin cartografía ni balizamiento y en un cauce y profundidad que cambia sin previo aviso, los ocho integrantes de la tripulación del patrullero debe mantener en todo momento “una vigilancia intensa para que la navegación sea segura por las bajas sondas y peligros que existen, y además, es una navegación activa por la presencia de numerosas embarcaciones de pesca profesional y recreativa”, apunta el comandante del buque, el teniente de navío Pablo Navarro.
Para el comandante del patrullero, el mayor problema que deben de enfrentar “son los arenales, y, sobre todo, los que hay en la desembocadura, que son un peligro para la navegación y una limitación en el movimiento entre orillas”.
La misión principal es “la fiscalización, que básicamente es vigilar, controlar e inspeccionar la pesca profesional y deportiva, la caza y la náutica de recreo”. Esta función policial de vigilancia “es un cometido único que tenemos tanto la Armada como la Marinha Portuguesa, como autoridades en el Tramo Internacional del Río Miño, conforme dicta el Tratado de Límites que se firmó en el año 1864”, explica este marino que llegó hace 8 meses a la Comandancia del Miño y que manifiesta sentirse “muy bien acogido” tanto por la población de Tui como de los restantes municipios que integran su campo de actuaciones.
Otra de las funciones del “Cabo Fradera” es la ratificación del Tratado de Límites (1864), que es anual, y que firman municipios de ambas orillas. Normalmente, la firma se hace en el río, con los dos buques, el portugués “Rio Minho” y el español, junto con alcaldes y el embajador de límites.
La colaboración con la Marinha portuguesa “es total. Nos coordinamos para hacer la vigilancia del tramo internacional y no solaparnos. Es más, la normativa es la misma para los dos buques, y tanto ellos como nosotros, tenemos la potestad de poder fiscalizar una embarcación tanto portuguesa como española”, explica.
Cauce irregular, con bancos de arena y diferente profundidad
El “Cabo Fradera” realiza al año alrededor de 140 días de navegación, lo que significa unas 4.000 millas náuticas (unos 7.400 kilómetros), sin abandonar nunca el tramo internacional del río.
A esto se suma las caracteristicas del cauce, con su orografía irregular, las variaciones de la sonda (profundidad de las aguas), que varía de 0,8 metros a 25 en las zonas más profundas, dependiendo además de la marea. Algo que por ejemplo determina y condiciona el atraque en el puerto de A Paxase (A Guarda), donde la maniobrabilidad del buque está muy condicionada.
Otra de las características de la navegación por estas aguas fluviales es la propia corriente del río, que puede oscilar entre los 3 y 4 nudos (entre 6 y 8 kilómetros hora), los peligros que presentan las sedimentaciones y los troncos semi-hundidos, sin hablar de las crecidas del cauce.
Una de las ventajas del patrullero es, según explica Pablo Navarro, “su maniobrabilidad, que es muy buena al disponer de dos ejes que permiten cambiar o invertir el rumbo casi en el mismo sitio, lo que es óptimo para navegar por el Miño". Además, la tripulación, integrada por ocho personas, el oficial que está al mando de la nave, dos suboficiales y 5 de, marinería, son conocedores en detalle del tramo y encargados de mantener el patrullero en perfecto estado de navegación, pese a su veteranía.
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