Lasso quiere un "Ecuador libre, próspero y de oportunidades"

Los ecuatorianos acogieron este lunes entre la expectación y la incertidumbre a Guillermo Lasso, el primer conservador en asumir la Presidencia en veinte años, y que tendrá por delante la tarea de unir a una sociedad en la que persiste un fuerte enconamiento ideológico entre izquierda y derecha.

Cientos de personas se concentraron desde la mañana en los alrededores de la Asamblea Nacional de Quito para respaldar al flamante mandatario en su investidura, y siguieron su discurso inaugural a través de móviles y de una gran pantalla colocada por su grupo legislativo a pocos metros de la sede de la Contraloría, incendiada durante la protesta de 2019. "En este Gobierno que hoy nace, del nuevo siglo de republicanismo (en Ecuador), termina la era de los caudillos", proclamó el nuevo presidente, quien aseguró que "gobernará para todos", para restaurar los valores de la lucha de los patriotas ecuatorianos hace 200 años.

La jornada de la toma de posesión, instaurada por la Carta constitucional, coincide con la efemérides de la Batalla de Pichincha, que dio la independencia a Ecuador y de la que el año que viene se celebrará su bicentenario.

Las calles de la capital estaban ayer relativamente vacías debido a la jornada festiva, y solo los alrededores de la Asamblea y el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia, mostraban el ajetreo típico de la jornada de investidura.

Varios de los seguidores del presidente del conservador CREO, defensor de un liberalismo en lo político y económico entendido como garante de libertades y derechos humanos, portaban banderas tricolores y blancas del movimiento político liderado por Lasso.

También se dieron cita ciudadanos llegados de diferentes puntos del país como Josefina Tigasi, una campesina de la provincia de Cotopaxi, que portaba una gran pancarta de un grupo ambientalista.

Ariel Bailón, presidente nacional de la Red de Organizaciones Sociales del Ecuador, dijo que se trataba "de un día histórico" para el país, y que desde la sociedad civil apoyarán las consultas que formule el nuevo mandatario, "esperemos que haya luces para nuestro país, para todos los ecuatorianos", apostilló.

Una multitud alentó con euforia al nuevo presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, a su llegada al Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, en el casco histórico de Quito, para tomar posesión de su despacho, nombrar oficialmente a su gabinete y emitir sus primeros decretos, entre otros asuntos.

Besos que emocionaron

Lasso, quer juró como nuevo presidente de Ecuador en reemplazo de Lenín Moreno (2017-2021), acudió al Palacio de Gobierno acompañado por su esposa, María de Lourdes Alcívar. El gobernante, que caminó apoyado por un bastón, se detuvo para saludar a los cientos de simpatizantes. "Son ustedes los que han hecho posible este día", arengó Lasso y dijo que este es "un día de cambio para lograr un Ecuador libre, próspero y de oportunidades".

La multitud saltó de emoción cuando el jefe del Estado dio un beso a su esposa y repitió para júbilo de ellos. Los simpatizantes se agolparon en la Plaza de la Independencia, donde confluyen el Palacio presidencial, la Catederal, la sede del Municipio y el Palacio Arzobispal.