Francia desmantela en Calais "la jungla" de los inmigrantes
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En medio de un importante despliegue policial, comenzó la demolición de la zona sur del campamento
Las labores de desmantelamiento de la zona sur del campamento de inmigrantes de Calais, en el norte de Francia, comenzaron durante la mañana de ayer, en medio de un importante despliegue policial. La Prefectura (delegación del Gobierno) confirmó que había comenzado el desalojo del campo, conocido como "la jungla", y señaló que proponían una solución alternativa de realojo a cada uno de sus ocupantes.
Dos excavadoras participaron en la demolición de una zona de chabolas del campamento. "La acción de protección que lleva a cabo el Estado en Calais no la entorpecerán los que utilizan e instrumentalizan a los inmigrantes", aseguró en un comunicado la Prefectura, que criticó a quienes tratan de impedir el desmantelamiento.
A ese respecto, criticó la acción en "la jungla" de personas que "van contra los objetivos humanitarios del Estado" y "ejercen una presión inaceptable sobre los inmigrantes" para que no acepten las soluciones alternativas. Según diversos medios, al menos una persona fue arrestada por tratar de convencer a los inmigrantes de que no fueran a los centros de realojo alternativos propuestos por las autoridades.
La Prefectura denunció que algunos "activistas extremistas" habían tenido "comportamientos irresponsables" y llegaron incluso a impedir a los inmigrantes que suban a los autobuses que les llevaban a los centros oficiales. Se registraron agresiones contra los agentes de la Prefectura que desde el pasado jueves proponen albergues alternativos provisionales.
insuficientes camas
Ese día, la justicia dio su luz verde para que la parte sur de "la jungla" fuera desmantelada, y desestimó así el recurso interpuesto por varias organizaciones que consideraban que el Estado no ha previsto suficientes camas para acoger a todos los inmigrantes. Estas asociaciones temen, además, que por miedo a ser fichados y alejados de la frontera con el Reino Unido -que es su objetivo-, muchos acaben en otros campamentos clandestinos más precarios que el de Calais. La delegación del Gobierno precisó que, además del campamento de contenedores habilitado en los aledaños de "la jungla", se han previsto plazas de acogida en centros repartidos por todo el país.
Por su parte Bélgica indicó que había interceptado a más de 600 personas desde que el pasado martes decidió imponer controles en su frontera con Francia, ante el inminente desalojo del cercano campo de refugiados "la jungla" de Calais. De las 619 personas que trataban de entrar en Bélgica de manera irregular, 334 se encontraban ya en territorio belga y otras 285 no habían cruzado aún la frontera. Esta última cifra no incluye a aquellos inmigrantes que no llegaron a acercarse al territorio belga al vislumbrar los controles policiales, que estarían actuando como un elemento de disuasión, en el que participan 290 policías.n
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