Disturbios y múltiples detenciones en París por la Champions del PSG: hay dos muertos confirmados

La Prefectura de Policía de Francia ha reportado un total de 559 detenciones en todo el país durante una ola de disturbios nocturnos que estallaron tras la victoria del París Saint-Germain en la final de la Champions League, donde derrotó con un marcador de 5-0 al Inter de Milán en el Allianz Arena de Múnich.

La capital francesa, París, se convirtió en el principal foco de los altercados, con 491 arrestos. De estos, 320 personas han sido llevadas a disposición judicial, 254 de ellas en París. Los incidentes dejaron un saldo provisional de 192 heridos y dos muertos, aunque se sigue investigando si estos fallecimientos están relacionados directamente con los hechos violentos.

Las víctimas fatales fueron un hombre atropellado mientras circulaba en motocicleta por las calles de París y un joven de 17 años apuñalado en Dax, al sur de Francia. Además, 22 miembros de las fuerzas de seguridad y siete bomberos resultaron heridos. En particular, un policía se encuentra en coma inducido tras ser alcanzado por un petardo durante las celebraciones en el departamento de La Mancha.

Las autoridades también confirmaron la ocurrencia de 692 incendios, entre ellos la quema de 264 vehículos y el asalto a una zapatería, que dejó alrededor de 30 personas detenidas tras la intervención policial. Además, varios comercios ubicados en los Campos Elíseos y otras ciudades como Annemasse, Pau y Nantes sufrieron daños materiales.

También se registraron varios accidentes de tráfico relacionados con la violencia en las calles, destacando un atropello múltiple en Grenoble donde un conductor de BMW embistió a cuatro peatones de la misma familia, huyó inicialmente por temor a la multitud y luego se entregó a la policía. Uno de los heridos está en estado grave.

Entre las fuerzas del orden, al menos cuatro agentes antidisturbios sufrieron heridas graves, incluyendo un gendarme con el hombro dislocado, un policía con una pierna rota, otro con un ojo herido por un fragmento de vidrio, y varios más con lesiones musculares o por proyectiles lanzados por la multitud.

Un total de 5.400 agentes habían sido desplegados en París para controlar la situación durante la jornada del partido. Incluso antes de que terminara el encuentro, ya se habían producido 59 detenciones, según informó la Prefectura.

Los Bomberos de París pidieron en sus redes sociales que solo se realizaran llamadas de emergencia para evitar saturar las líneas telefónicas debido al gran volumen de incidentes.

El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, pidió una actuación firme y enérgica contra los responsables de los disturbios, calificándolos de "bárbaros y matones". Además, expresó su apoyo a los agentes y condenó la violencia que empaña la posibilidad de celebrar en paz.

Por su parte, el primer ministro François Bayrou envió un mensaje de aliento a las fuerzas de seguridad, instando a que las celebraciones sean seguras para todos.

En el ámbito político, Jordan Bardella, líder del partido ultraderechista Agrupación Nacional, criticó duramente la violencia y la incapacidad del Estado para controlarla, calificando a París como un “patio de recreo para la escoria” y advirtiendo sobre el daño a la imagen internacional de Francia.

En contraste, el diputado de La Francia Insumisa, Antoine Léaument, denunció el uso excesivo de gases lacrimógenos por parte de la policía, acusando al ministro Retailleau de fomentar el caos en lugar de proteger a los ciudadanos pacíficos.

Por último, los jugadores del PSG, campeones de Europa, serán recibidos en París este domingo con un desfile y una visita al Palacio del Elíseo. Ousmane Dembélé, una de las figuras del equipo, pidió que las celebraciones se mantuvieran pacíficas y sin violencia, recordando que están allí para festejar el título.