Catherine Connolly será la nueva presidenta de Irlanda

Catherine Connolly será la nueva presidenta de Irlanda según el recuento parcial tras las elecciones del viernes, que confirman un batacazo de la coalición de centroderecha Fianna Fáil-Fine Gael. La exministra Heather Humphreys reconoció su derrota y afirmó: “Catherine será la siguiente presidenta de Irlanda. Será mi presidenta y me gustaría desearle lo mejor de lo mejor”. También dijo: “No tengo absolutamente nada que lamentar. La democracia es esto. La gente elige un nombre en una papeleta y sigue adelante”. Humphreys criticó además los “ataques sectarios” recibidos por su familia protestante.

Connolly obtuvo un 64,1% de los votos en primera opción, frente al 28,8% de Humphreys y el 7,2% del candidato conservador Jim Gavin. De confirmarse los resultados, Connolly, de 68 años y presentada como independiente de izquierda, será la décima presidenta de Irlanda, sucediendo a Michael D. Higgins y asumiendo un cargo que, aunque protocolario, ofrece amplias oportunidades para expresar el sentir popular.

Durante la campaña, Connolly ha criticado a la OTAN, comparado el gasto armamentístico de Alemania con la década de 1930, votado en contra de tratados de la UE y afirmado que Hamás es “parte del tejido social del pueblo palestino”. También denunció un “genocidio” en Gaza por los ataques de Israel y prometió viajar a Palestina como presidenta para apoyar a la población. Su historial político y sus posiciones internacionales han generado tanto apoyo como críticas dentro y fuera del país.

Mary Lou McDonald, líder del Sinn Féin, destacó que el apoyo de su partido “llegó en el momento justo”, y el primer ministro Micheál Martin felicitó a Connolly: “Está claro que será la próxima presidenta de Irlanda. Catherine ha desarrollado una campaña exitosa y de impacto”. Martin expresó además su disposición a “colaborar con la nueva presidenta”, especialmente de cara a la presidencia de turno de la UE que corresponderá a Irlanda en la segunda mitad de 2026.

La participación fue del 45,2%, cercana al mínimo histórico, y los votos nulos alcanzaron el 13,2%, con quejas y amenazas en las papeletas. Ivana Bacik, del partido Laborista, alertó sobre el nivel de virulencia: “El nivel de virulencia dirigido a personas de todas las tendencias políticas es alarmante, y debemos tomarnos muy en serio esa amenaza”. Entre los votos nulos aparecieron mensajes de apoyo a figuras como Maria Steen, Donald Trump o la marioneta Dustin, así como referencias a “cerrar las fronteras” o a agresiones a menores cerca de centros de acogida.