El yoga toma Samil

La sesión organizada por +Deporte Atlántico por el Día Internacional de la disciplina reunió a 62 personas en Samil

El yoga, protagonista ayer.
El yoga, protagonista ayer.

El reloj apenas supera las 20:20, pero el sol está alto todavía. Lógico. El astro rey atraviesa el momento del año en el que goza de más horas de vida. Y aunque la tarde encara su final, aún reluce con fuerza. La calma se percibe en el ambiente a escasos metros del bullicio de la playa. Es el Día Internacional del yoga y 62 personas acaban de comenzar con la sesión gratuita que este periódico organizó junto al centro Shalom dentro del programa +Deporte Atlántico.

Sucedió ayer en el Mercadillo de Samil, con el maestro Luis Castro a la cabeza. Personas de todas las edades acudieron a la cita con una esterilla como único arma y un gran número ataviadas con la camiseta del programa que impulsa este diario y con la que se obsequió a todos los participantes. El calor no fue un problema una vez empezaron a fluir las energías. Movimientos armónicos, bien acompasados, dejaban brotar sensaciones de armonía, calma y relajación. De paz.

La meditación inicial metió a todos en faena. Poco a poco, un manto invisible pero palpable de tranquilidad y bienestar se extendía con el maestro como epicentro de las operaciones. Unos minutos bastaron para tener a todo el mundo absolutamente concentrado en el flujo de energía positiva reinante a la orilla del mar de Vigo.

A partir de ahí, comenzaron a sucederse las asanas, nombre que reciben las diferentes posturas que se realizan en el yoga. Todas ellas sencillas y adaptadas al nivel de cada persona según su destreza, flexibilidad y experiencia. El listón se lo ponía cada uno, pero siempre partiendo del apto para todos los públicos.

Pero el yoga no colabora solo en el bienestar físico. Esa salud del cuerpo va intrínsecamente ligada a la de la mente. Por eso, tras concluir las diferentes posturas, la sesión vislumbró el final con un enfriamiento en busca de la relajación más absoluta con la respiración como vehículo.

La paz se adueñó del mercadillo de Samil al borde de las 22:00. El sol todavía no se había escondido tras las Cíes, pero se encaminaba a hacerlo en unos cuantos minutos. Solo un día después de su jornada más larga del año, podía retirarse en armonía tras presenciar en el palco del horizonte de la Ría de Vigo el festejo del Día Internacional del yoga. De la mano de +Deporte Atlántico.

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