Vilanova convierte Raigame en un homenaje al cura asesinado

La decimocuarta edición de la romería etnográfica Raigame se convertirá en una jornada de homenaje a la figura de Adolfo Enríquez Méndez, el sacerdote de Vilanova dos Infantes asesinado la semana pasada, y a la Virxe do Cristal, que desde el fatal suceso permanece en paradero desconocido.

Así lo confirmaban ayer representantes de la organización, así como de los diferentes colectivos implicados en la rueda de prensa celebrada en Ourense y a la que acudió un sobrino de la víctima, José Manuel Enríquez, que agradeció el gesto, así como las muestras de cariño recibidas estos días.

El objetivo, apuntó el presidente provincial, Manuel Baltar, es que por un año "a xornada se afaste de todo carácter lúdico para que sexa un día de sentido homenaxe e respecto pola consternación que estamos a vivir a causa dos acontecementos ocorridos en Vilanova" y mostró su respaldo a la solicitud lanzada por el Concello de Celanova para que la Xunta reponga el nombre "Virxe do Cristal", que ya tenía la antigua residencia sanitaria, al nuevo hospital de Ourense.

La decisión de suspender la romería se ha basado en que "non está no ánimo do pobo de Vilanova, nin no noso propio ánimo, a celebración dunha festa con este luctuoso suceso tan preto no tempo", expresaba el alcalde, José Luis Ferro Iglesias, que comentó que se han tenido en cuenta varios factores, como la propia investigación que permanece abierta y bajo secreto de sumario, así como la "incerteza" e "incógnitas" que puede traer la propia resolución del caso y la aparición, o no, de la imagen del siglo XVII.

La Guardia Civil sigue muy presente en el día a día de la parroquia y, estos días, agentes de la policía judicial están tomando declaración a todos los vecinos que residen en el burgo medieval, por si su testimonio pudiera arrojar nuevos datos a la investigación. "O meu tío non albergaba nin odio, nin rancor, nin vinganza. E sembrou esa semilla en nós. Nós non queremos nin odio, nin rancor, nin vinganza. Eu quéroos ver sentados nun xulgado, mirarlles á cara e decirlles que son unhas alimañas", comentaba el sobrino del fallecido, José Manuel Enríquez.n