La Sareb dispone de casi 1.800 viviendas que reclama Galicia

La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) dispone de más de 1.750 viviendas en Galicia y 2.654 suelos, según la respuesta dada por la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales a una pregunta formulada por el diputado del BNG, Néstor Rego. En concreto, este organismo, dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, posee en propiedad hasta 1.756 viviendas en la comunidad gallega.

Sin embargo, explica que estos inmuebles pueden encontrarse en diferentes situaciones, ya sea en comercialización, en adecuación o cedidos a administraciones públicas para alquiler sociales, entre otras. Según su página web, la mayoría de las viviendas se encuentra en la provincia de A Coruña, superando el millar. En Pontevedra rondan las 400 y en Lugo no alcanzan las 200. Ourense es la provincia en la que menos viviendas posee, con casi una veintena.

Reivindicación

La Sareb, que nació en 2012 para gestionar y liquidar los activos deteriorados (préstamos e inmuebles) procedentes de entidades financieras que necesitaron ayudas públicas a raíz de la crisis desatada por la burbuja inmobiliaria, cuenta desde 2024 con la petición unánime del Parlamento gallego para que ceda gratuitamente sus inmuebles a la Xunta. El objetivo de esta reivindicación es que ese patrimonio inmobiliario alivie en estos momentos un mercado tensionado por una escasa oferta y un gran volumen de demanda. “Los activos de la Sareb en Galicia son de Galicia”, asegura Benito Iglesias, que preside la plataforma inmobiliaria Fegein y asesora al PP gallego en materia urbanística. “Galicia debe recibir de la Sareb todos los activos que estén en nuestra comunidad… los suelos, las viviendas, las edificaciónes rematadas o no, y todas ellas a coste cero”, remarca Iglesias.

“Su estropicio económico ha repercutido, y repercute, en nuestra deuda pública, fruto del más que anunciado fiasco de la entidad. La Sareb era en el 2012 la gran oportunidad española de contribuir a estabilizar el sector de la vivienda por su abultado volumen de activos (en total disponía en origen de 107.000 activos inmobiliarios, de los que 76.000 eran viviendas vacías acabadas, más de 3.000 viviendas en construcción, 6.300 estaban o están aún en alquiler y 14.900 unidades corresponden a suelo), pero el resultado es que únicamente ha servido para limpiar el balance de las entidades financieras que recibieron ayudas públicas con el dinero de los ciudadanos”, explica Iglesias. Y añade: “También Bruselas tumbó sus planes de negocio, ya que le exigia rentabilidad desde el primer año y solo ha tenido pérdidas”.