Un perito subraya la falta de seguridad en la curva de Angrois
El perito Ángel Sanz Cubero, que realizó informes periciales a petición del abogado del maquinista procesado en la causa, afirmó ayer, en la penúltima sesión del juicio que se sigue en Santiago, que no puede “aceptar” que “la solución” ante la curva de A Grandeira, limitada a 80, fuese decir a los compañeros que se acordasen de esta circunstancia.
“No puedo aceptar como formador que la solución es: ‘acordaos de la curva de 80”, porque, incidió “alguien habrá aceptado ir por el alambre, con la barra, sin arnés y sin red”. Y comparó la curva con un “precipicio” por el que había que circular haciendo “equilibrio”.
Desde su punto de vista, lo que ocurrió fue que se “ha sometido a los maquinistas a esto y lo han aceptado como una situación diaria”. Hubo un aviso sobre el riesgo que suponía la curva que trasladó el jefe de maquinistas, recordó, y “estaba tramitado como dice la norma”.
Sanz Cubero aseguró que no ve “ningún inconveniente” en responder a una llamada como la que recibió el maquinista aquel día, ya que “tenía un motivo”. Era una llamada que planteaba un asunto “complejo” y los maquinistas tienen una responsabilidad en evitar que se produzcan incidentes en la bajada de los usuarios en las estaciones.
También insistió en su tesis de que la señalización no era adecuada y suponía dejar sin protección la curva. “Se deben poner señales que protejan esa curva”, recalcó.
El abogado que defiende al ex director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, otro de los acusados junto al maquinista, preguntó si no se considera una “red” de seguridad la holgura de velocidad que permitía la curva (estaba limitada a 80 pero se podía tomar, según Adif, hasta a 160 kilómetros por hora). “No”, respondió Ángel Sanz, tajante, en alusión a que eso es algo relativo a los peraltes y otros aspectos técnicos. Del mismo modo, rechazó que el tiempo de duración de la llamada fuese otra “red”, preguntado por los 90 segundos que el letrado considera que podría haber empleado para corregir su error.
Ángel Sanz subrayó que no concibe que la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren Alvia, “se desnude de seguridad”, en relación al cambio de proyecto que supuso retirar el sistema ERTMS de los últimos kilómetros de la línea. Y advirtió que, a su entender, erael punto “más crítico” de la línea entre Ourense y Santiago, puesto que había que pasar de 200 a 80 kilómetros por hora. Sanz Cubero avisó que hay “una señal que no debe estar puesta” en la línea. “Lo digo por si alguien de Adif me escucha”, concluyó. n
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