Deterioro del hormigón y agua explican el derrumbe en la A-6

El deterioro del hormigón y la corrosión provocada por el agua son las causas que están detrás del colapso del vano 2 del viaducto del Castro, en la A-6 entre Galicia y León, el pasado mes de junio. Esa es la conclusión de los dos estudios encargados a empresas especializadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, según informó ayer su secretario general, Xavier Flores, quien adelantó que la calzada a Madrid será transitable en el segundo semestre del año que viene, y la de A Coruña en 2024.

Las consultoras Ideam y MC2, especializadas en estructuras, fueron las encargadas de realizar los informes y ambas han llegado a la misma conclusión: “que esto es multicausal, es una concomitancia de ambos efectos”, dijo Flores.

Los estudios teóricos previos descartaron que la acción del agua pudiese causar un colapso como el que se produjo en junio, “incluso cuando se hicieron estudios extremos”, pero ello unido al cansancio del hormigón propiciaron el derrumbe. “En viaductos en situaciones orográficas y climatológicas tan agresivas la lección principal es cuidar muchísimo la impermeabilización y tener en cuenta estos efectos locales que pueden ser mucho más intensos en degradación de materiales de lo que nos podríamos esperar o de lo que la literatura previamente nos indicaba”, dijo, como primer aprendizaje de lo sucedido.

La segunda lección: “Este país ha vivido un gran desarrollo de sus infraestructuras en las últimas décadas, somos líderes en cuanto a estructuras viarias y ferroviarias y tenemos que ser todos conscientes como sociedad de que esas infraestructuras que hemos construido requieren de un esfuerzo de mantenimiento, modernización y mejora, requieren que las cuidemos y estemos muy encima”.

Flores descartó que el resto de los viaductos de las carreteras españolas estén en la misma situación y calificó de “caso extremo” el de la A-6, pero aseguró que “un aviso es suficiente” y que es necesaria la “revisión continua” de todos los viaductos para que un colapso como el de la A-6 no vuelva a suceder.

Ahora, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana iniciará unas obras que implicarán la reconstrucción de las pilas demolidas y la sustitución de los tableros colapsados, los cuales serán dotados en su conjunto de una solución mejor y más duradera. Para las obras de la calzada sentido Madrid el Ministerio calcula una inversión de unos 30 millones de euros, que se pagarán con el fondo de emergencia reservado en los Presupuestos Generales de Estado para este tipo de actuaciones, mientras que la calzada A Coruña será algo más cara, si bien la cantidad aproximada está todavía por definir.

La Xunta califica de “acto de fe” el cronograma de la reparación

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, no ocultó tras reunirse -por vía telemática- con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Xavier Flores, su insatisfacción por las explicaciones ofrecidas en relación con las causas que provocaron el colapso del viaducto de O Castro, en el trazado de la Autovía del Noroeste (A-6), en Vega de Valcarce (León), mientras que el cronograma para su reparación es “un acto de fe”. La conselleira precisó que la Xunta acudía a esta reunión con tres objetivos muy claros, pero ninguno de ellos “se ha cumplido”.

Respecto a la solicitud de “un cronograma” por parte de la Xunta al Ministerio que definiese los plazos para reconstruir el viaducto y restablecer la comunicación por la A-6, Vázquez dijo que, al menos de momento, esa posibilidad “es un acto de fe”.

Otro de los objetivos que se planteaba la conselleira era “una solución alternativa provisional válida”, pero afirmó que el desvío “provisional” habilitado por el Ministerio “no es válido para Galicia ni para Castilla y León”, porque “se cierra al tráfico de pesados”. De hecho, asegura que la información facilitada por el Mitma es “contradictoria” con la que le trasladó a la Xunta el propio sector del transporte, porque mientras el Gobierno habla de mínimas incidencias en ese desvío, los camioneros aseguran que son “constantes”.

El tercero era obtener una información satisfactoria sobre las causas que provocaron el colapso del viaducto. Sin embargo, Ethel Vázquez reconoció que le “sorprendieron esas explicaciones” por parte del ministerio, habida cuenta de que el viaducto que se vino abajo llevaba cerrado un año y se había realizado una inversión de emergencia de 26 millones de euros, a raíz de una inspección previa.