Desactivada la alerta 2 en la provincia de Ourense tras dos semanas

Ourense comienza a ver la luz después de la peor crisis de incendios de su historia. Según los últimos datos de la Consellería de Medio Rural, el fuego ha devorado 90.628 hectáreas, una cifra que aún podría aumentar con las mediciones finales.

La Xunta de Galicia confirmó ayer el levantamiento de la situación 2 de emergencia por incendios en la provincia, decretada el pasado 12 de agosto, cuando el fuego de Chandrexa de Queixa se convirtió en una amenaza fuera de control.

“El coste foi enorme, pero a decisión foi axeitada e permitiu actuar con rapidez”, señaló el presidente gallego, Alfonso Rueda, desde el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) de Ourense. El mandatario reconoció la labor de “centos de profesionais” y pidió no bajar la guardia, recordando que la temporada de incendios “non terminou”.

Fuegos aún activos

Pese a la mejoría, la provincia mantiene dos incendios en marcha: el de Carballeda de Valdeorras, con más de 5.000 hectáreas arrasadas tras avanzar desde Zamora, y el de Avión, que ya ha calcinado unas 250 hectáreas.

Los grandes incendios de esta crisis —Oímbra, Chandrexa de Queixa y Larouco— se encuentran estabilizados, tras devastar 66.000 hectáreas y dejar un reguero de aldeas y medios de vida arrasados. En Vilardevós, el fuego de Vilardecervos ya ha pasado a estar controlado.

Alerta en Lugo y la Ribeira Sacra

El otro foco preocupante se encuentra en Pobra do Brollón (Lugo), con 800 hectáreas quemadas y en situación 2 por la cercanía a núcleos habitados. El fuego incluso llegó a saltar el río Sil a la altura de Augas Mestas (Quiroga), amenazando a la Ribeira Sacra, aunque la rápida intervención de brigadas y medios aéreos logró contenerlo.

La provincia respira, pero el balance es demoledor: miles de vecinos evacuados, hectáreas de monte y cultivos arrasados y el temor de que un cambio en la meteorología reactive la tragedia.