La costa gallega, recuperada del Prestige 20 años después
Arco Iris, Greenpeace y Ecologistas en Acción creen que aún pueden persistir ciertos efectos
Cuando están a punto de cumplirse 20 años de la catástrofe del “Prestige”, - ocurrida el 13 de noviembre de 2002 frente a la costa gallega- organizaciones ecologistas y responsables municipales difieren sobre los efectos que aún puedan persistir en la costa gallega.
Dos de los regidores de localidades consideradas como “zona cero” en ese momento, el de Muxía y la alcaldesa de Camariñas, inciden en que la costa está recuperada, mientras que desde Arco Iris, Greenpeace o Ecologistas en Acción aluden, más, a los efectos que no se pueden percibir tan fácilmente.
Desde Arco Iris, su representante, Francisco Lueiro, considera que las zonas se recuperaron “rápidamente”. Al hilo de ello, alude a estudios que apuntan al hecho de que, por este y otros siniestros anteriores, se creasen en la zona “unas bacterias resistentes que devoran el petróleo”. Pero la mayor parte de esta recuperación, la atribuye a la labor de los voluntarios por la “respuesta social tan importante”. A ella, se refieren también desde Greenpeace, cuyo coordinador en Galicia, Manoel Santos, remarca que entonces se tenían que haber tenido en cuenta no solo las consecuencias ambientales sino también los efectos sanitarios de aquellos que recogían el fuel sin medidas de protección adecuadas.
“Las personas tuvieron más riesgo de lo que se piensa”, apunta a este respecto. En cuanto a la costa, sostiene, por su parte, que faltó una “evaluación completa” de toda ella para concluir, sin margen de duda, que está recuperada en su totalidad. “Los hubo por parte de científicos, pero según sus áreas”. “Pero no se hizo todo un relato”, añade, aludiendo, entre otros, a la base de la cadena trófica o los invertebrados. “Sí se estudió las especies marisqueras”, precisa, en contraposición. Por todo ello, considera “muy difícil” determinar el efecto, aunque destaca la capacidad de recuperación del mar.
El alcalde de Muxía: “Esto fue un antes y un después”
El alcalde de Muxía, Iago Toba, que cuando se produjo el accidente tenía 15 años, reconoce que el siniestro marítimo marcó un “antes y un después”, aunque precisa que, más allá de las llamadas que reciben de medios de comunicación con motivo de los aniversarios, en la localidad no se habla normalmente de ello. “Pasa muy desaparecido”, sostiene. De lo ocurrido, apunta a la catástrofe ambiental que supuso en su momento un vertido de crudo que provocó uno de los mayores desastres ecológicos en España y a la repercusión que tuvo en la actividad pesquera, pero alude a otros aspectos como la mayor actividad turística con el paso de los años. Aunque con dificultad y tras una lucha, admite, de años, cita la inauguración recientemente del Parador de Muxía.n
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