Sánchez y Feijóo elevan la tensión en el Congreso por los whatsapps con Ábalos

En una sesión de control marcada por la confrontación, Pedro Sánchez ha acusado al Partido Popular de "regodearse" por la filtración de mensajes privados con José Luis Ábalos, afirmando que dicha publicación constituye un "delito". Frente a esto, Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a exigir elecciones generales y ha cargado duramente contra el presidente, asegurando que "tiene miedo" a su exministro.

Durante su intervención, el líder del PP espetó: "Váyase. Convoque elecciones", y sugirió que Sánchez añora a Ábalos, mientras que nadie le echaría de menos a él. Feijóo arremetió contra el contenido de los mensajes, señalando que el presidente descalificó a miembros de su entorno, desde presidentes autonómicos socialistas hasta ministros y exsocios de gobierno.

El jefe de la oposición acusó a Sánchez de estar directamente implicado en el rescate de Air Europa por 475 millones de euros, asegurando que "lo sabía y lo tapó". Además, afirmó que la intervención de su esposa días antes del rescate levanta sospechas sobre su posible influencia. También vinculó a Sánchez con una moción de censura promovida por tránsfugas en Castilla y León, asegurando que el problema de fondo no son los calificativos usados en los mensajes, sino los "chanchullos" del Gobierno.

Por si fuera poco, Feijóo exigió explicaciones sobre por qué no expulsó antes a Ábalos del PSOE y por qué lo incluyó en las listas del Congreso. A su juicio, la razón es clara: "Le tiene miedo".

En su réplica, Sánchez denunció la hipocresía del PP, recordando cómo exageraron otras filtraciones mientras ahora celebran una que él considera ilegal. Acusó a la oposición de actuar con una estrategia basada en la judicialización de la política, bulos y crispación, vaticinando que “perderán en 2027 por aburrimiento”.

El presidente subrayó que el próximo congreso del PP, convocado para julio, no resolverá la crisis interna del partido. Ironizó sobre la comparación de Feijóo con un cónclave papal y le advirtió: "Uno entra Papa y sale cardenal". Según Sánchez, el congreso solo busca acallar el "runrún" sobre un "liderazgo averiado" y cuestionó la utilidad de los dos años en los que el PP lleva pidiendo elecciones.

“Por muchas piezas que cambien en ese Congreso, no cambiarán la que no funciona: usted”, sentenció Sánchez, reforzando su ataque al liderazgo del jefe de la oposición.

Así, la sesión reflejó el alto nivel de enfrentamiento político entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, con acusaciones cruzadas de encubrimiento, manipulación política y debilidad de liderazgo.