El Rey cambia las reglas de su mensaje de Navidad: así sorprendió este año

Mensaje de Felipe VI

Felipe VI apuesta por un formato renovado en su discurso más breve de Nochebuena

El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Nochebuena.
El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Nochebuena. | Iñaki Berasaluce

El rey Felipe VI ofreció este 24 de diciembre su duodécimo Mensaje de Navidad desde que accedió al trono, en una intervención marcada por varias novedades. Por segundo año consecutivo, el monarca eligió el Palacio Real de Madrid como escenario, dejando de lado el Palacio de la Zarzuela, donde tradicionalmente se habían celebrado estos discursos.

La principal novedad fue que, por primera vez, el Rey pronunció el mensaje de pie, siguiendo así el ejemplo de otros monarcas europeos como el rey Carlos III del Reino Unido, Guillermo de Países Bajos o Felipe de Bélgica. El cambio responde a una renovación del formato impulsada tras la llegada en septiembre de Rosa Lerchundi como directora de Comunicación de la Casa del Rey.

Un escenario cargado de simbolismo

El discurso se desarrolló en el Salón de Columnas, el mismo espacio elegido el año pasado y que guarda una estrecha relación con el contenido del mensaje. En ese lugar se firmó el Tratado de Adhesión de España a la Unión Europea, del que se cumplirán 40 años el próximo 1 de enero, una efeméride a la que Felipe VI hizo referencia en su intervención.

Esta es la tercera ocasión desde 2014 en la que el monarca abandona Zarzuela para el mensaje navideño. Además de este año y el anterior, ya lo hizo en 2015 desde el Salón del Trono. El discurso tuvo una duración de nueve minutos, con un total de 1.126 palabras, y concluyó, como es tradición, con la felicitación en las tres lenguas cooficiales del Estado.

Felipe VI apareció con traje azul marino, camisa blanca y corbata terracota de estampado geométrico. A su derecha se situaban las banderas de España y de la Unión Europea, mientras que a la izquierda se encontraba un misterio del siglo XVIII, procedente del Convento de las Descalzas Reales, acompañado de un árbol de Navidad.

Imágenes finales con protagonismo ciudadano

El mensaje se abrió y cerró con el himno nacional, acompañado de imágenes nocturnas del Palacio Real y de la escalera de Embajadores. En los instantes finales aparecieron varias fotografías de la Familia Real junto a ciudadanos, reforzando el carácter cercano del mensaje.

Entre ellas, una imagen de los Reyes saludando a ancianos en un centro de día de Guadalupe, otra de Felipe VI con jóvenes durante la entrega del Premio Princesa de Girona en Móstoles, y una más de la Reina Letizia con niños durante la visita a Brañosera. También se incluyeron fotografías de la Princesa Leonor en Tudela y de la Infanta Sofía en Valdesoto, durante el acto del Pueblo Ejemplar de Asturias.

El mensaje concluyó con el lema del Rey, “Servicio, compromiso y deber”, reforzando la línea institucional y simbólica de un discurso marcado por la renovación formal y el peso de la historia reciente de España.

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