El PP gana en Castilla y León pero necesita a Vox para seguir gobernando

El Partido Popular no alcanzó ayer las expectativas que tenía puestas en las elecciones de Castilla y León, al lograr sumar solo dos escaños más (un total de 31), lo que supone un frenazo a las expectativas de su presidente, Pablo Casado, y de su equipo, que concibió el adelanto de estos comicios como un impulso en su batalla para ganar las próximas elecciones generales. Este resultado contrasta con el de Vox, su rival por la derecha, que pasó de un procurador a tener 13, con representación en todas las provincias menos en Soria y que es fundamental para gobernar o garantizar la gobernación de la región.

El PSOE, por su parte, aunque perdió y se dejó siete escaños, logró sostenerse quedándose con 28 procuradores evitando así el desplome que tuvo en otras comunidades como Galicia y especialmente Madrid el pasado mes de mayo. También Podemos siguió en Castilla y León su tendencia a la baja que ya se había podido ver en las elecciones madrileñas, perdiendo uno de los dos escaños que tenía y lo mismo ocurrió con Ciudadanos, que sufrió un nuevo hundimiento, quedándose con tan solo un escaño de los 13 que logró hace dos años y medio.

Estas elecciones también fueron un banco de prueba para la España Vaciada, que casi no tuvo margen de maniobra para organizarse tras el adelanto electoral, pero que logró entrar en el Parlamento regional con 3 escaños, los de la formación Soria Ya, la más veterana de las cinco que se presentó bajo este paraguas.

VOX DA EL SALTO

Los 13 escaños conseguidos por Vox pueden llevar al partido de Santiago Abascal a entrar por primera vez en un Gobierno y son anticipo de sus objetivos para ser decisivos también en Andalucía cuando se convoquen elecciones e incluso en los próximos comicios generales al Palacio de la Moncloa. Ahora el PP tendrá que contar con la petición de Vox de entrar en el Gobierno regional, verbalizada ayer por la noche por el presidente de la formación, Santiago Abascal, quien llamó ya “vicepresidente” a su candidato, Juan García Gallardo.

El resultado obtenido ayer en las urnas concede a Vox el lugar que hasta ahora tenía Ciudadanos, que con 13 procuradores en 2019 entró a formar parte del Gobierno de Mañueco con Francisco Igea como vicepresidente. Por ello, los de Abascal reconocen que es difícil que el PP les niegue una representación similar. Sería la primera vez que Vox entrara a formar parte de un Gobierno y se enfrentara a la gestión real, dejando atrás los pactos de investidura sellados hasta la fecha.

Las elecciones de ayer también dejaron claro que la sangría de votos continúa en Ciudadanos y que su candidato, Francisco Igea, pese a que logró renovar su escaño por Valladolid, no logró poner un torniquete en la herida que se abrió en el partido tras las generales de 2019. La formación solo consiguió una exigua representación y pasa a la irrelevancia, sin grupo parlamentario.

Tampoco fue una gran noche para el candidato del PSOE, Luis Tudanca, quien reconoció que el resultado cosechado “queda lejos” del objetivo y felicitó al PP y a su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, por su victoria, si bien le preguntó “si valía la pena” esta convocatoria electoral a tenor de la dependencia que este partido tendrá de Vox.

La otra cara de la moneda la protagonizó la agrupación de electores Soria ¡Ya! que logró la irrupción de tres procuradores en las Cortes de Castilla y León, sus primeras elecciones autonómicas. Sin embargo, en el resto de provincias en las que la plataforma política concurrió bajo la denominación España Vaciada -Salamanca, Palencia, Valladolid y Burgos-, no obtuvo representación parlamentaria. En este punto, el gran éxito de Soria ¡Ya! fue clave para salvar el papel de la España Vaciada, llegando a ser la lista más votada en Soria.

Mañueco: “Muy satisfecho con el resultado, voy a dialogar con todos”

No le salió como esperaba. El presidente de la Junta de Castilla y León y candidato de PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, convocó estas elecciones convencido de que se acercaría a la mayoría absoluta y se quedó lejos, a diez escaños, por lo que tendrá que sacar a relucir de nuevo su gen de supervivencia “popular”. El PP obtuvo 31 escaños, dos más que en los comicios anteriores pero con menos votos que entonces, siendo la primera fuerza en Salamanca, Ávila y Segovia y con empate a escaños en León, Zamora, Valladolid y Palencia.

Mañueco cambió gobernar en coalición con Cs y tener casi la legislatura abrochada con unos presupuestos para 2022 frustrados en el último momento a verse obligado a pactar con Vox, y no solo la investidura sino en las leyes trascendentes, lo que le sitúa en una posición de inestabilidad que decía querer combatir con esta convocatoria. A pesar de ello, el presidente de la Junta de Castilla y León dijo ayer que estaba “muy satisfecho con el resultado” obtenido en las elecciones, aunque asumió que tendrá que “dialogar con todos”, en referencia a Vox. “Voy a dialogar con todos, para formar un gobierno de todos y para todos”, resumió en su primera comparecencia frente a los medios en Salamanca.