Jueces y fiscales calientan la huelga con una movilización

Asociaciones conservadoras exigieron “independencia judicial” a dos días del paro convocado

Participantes en la concentración de jueces y fiscales frente al Tribunal Supremo.
Participantes en la concentración de jueces y fiscales frente al Tribunal Supremo.

Todas las asociaciones de jueces y fiscales, excepto las progresistas, se concentraron ayer frente a la sede del Tribunal Supremo para protestar contra las reformas impulsadas por el Gobierno para modificar el acceso a ambas carreras y para adaptar la Fiscalía al futuro cambio que dejará en manos de los fiscales las investigaciones penales.

La concentración reunió a unas 5.000 personas, según los convocantes, que destacan que más de 1.000 eran jueces y fiscales, y se oyeron gritos de “independencia judicial”, así como algunos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra el ministro de Justicia, Félix Bolaños.

Esta manifestación sirvió de antesala a la huelga convocada para los días 1, 2, y 3 de julio por la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), el Foro Judicial Independiente (FJI), la Asociación de Fiscales (AF) y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).

Los organizadores de la concentración de ayer leyeron un manifiesto donde declaran que no se trata de un acto contra el poder ejecutivo ni contra el legislativo, sino que es un acto “a favor del poder judicial” y para “defender lo que es de todos”.

En el manifiesto se destaca el papel de la independencia judicial, “clave para hablar de una democracia real”, algo que está “bajo amenaza” por el proyecto de ley para modificar el acceso a las carreras judicial y fiscal y el anteproyecto de reforma del estatuto orgánico del Ministerio Fiscal (EOMF). Sobre el primero, indicaron que “no responde a demanda social alguna” y que está siendo tramitado por vía de urgencia “sin ninguna razón para ello”.

Rebaja de excelencia

Según defienden las organizaciones convocantes, esta reforma va a “rebajar la excelencia” de conocimientos en el acceso a estas carreras. Además, temen que la creación de un centro de preparación de opositores dependiente del Gobierno signifique la intervención del Ejecutivo en la selección de los miembros del poder judicial.

En cuanto al segundo anteproyecto, criticaron que este aumente el poder del Fiscal General del Estado, quien es nombrado por el Gobierno “sin ningún filtro previo”, así como que elimine las garantías de autonomía de los fiscales, “reduciendo las posibilidades de oponerse a las órdenes de sus jefes”. Además, han subrayado que a los fiscales se les asignará “el mando de la policía judicial y la investigación de los delitos” en sustitución de los jueces de instrucción.

Con todo, indicaron que estas reformas tienen lugar “en un ambiente de continuo ataque del poder judicial” con declaraciones políticas que “deslegitiman” las resoluciones judiciales, lo que “mina la confianza de los ciudadanos”. “La existencia de un poder judicial fuerte e independiente no es un derecho de los jueces, es una garantía de todos”, reza el manifiesto, que también indica que estas reformas van encaminadas a “convertir el poder judicial en un poder con minúscula”. Así, de no retirarse los proyectos, aseguraron que “no tendrán más remedio que acudir a la huelga”.

Bolaños afirma que “ni una sola línea” de la reforma les afecta

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, recalcó que “ni una sola línea” de las reformas legislativas planteadas por el Gobierno afecta a la independencia judicial y lamentó los insultos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra él mismo durante la concentración de jueces y fiscales frente al Supremo.

Bolaños hizo hincapié en que estas reformas de la justicia son “imprescindibles y necesarias” para tener un servicio público del siglo XXI. El ministro mostró su respeto al poder judicial y a quienes forman parte de él, tanto los que se manifestaron como a los que no, pero añadió que también hay que respetar las competencias del Congreso y del Senado para debatir y aprobar una ley “sin injerencias y sin presiones”. Bolaños trasladó que la sociedad española “puede estar tranquila” porque las reformas no afectan ni a la independencia judicial ni al estado de derecho e instó a leer el proyecto de ley para comprobar que los motivos de la concentración de ayer “son infundados”.

“No hay absolutamente nada que afecte”, esgrimió a la vez que añadió que “son cosas que dice la derecha, que dice el PP y que dice Vox, pero que no se corresponden con la realidad”, a quienes pidió que digan “una sola línea” donde se ponga en juego la independencia judicial. Bolaños manifestó que en España, cuando se llevan a cabo reformas importantes, “hay un reacción que con el tiempo se demuestra absolutamente injustificada”, poniendo a modo de ejemplo la ley del matrimonio igualitario que se aprobó hace 20 años.

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