Diez años del 15-M: la revolución de los indignados

Nació para exigir un cambio político y social frente a la crisis económica, la corrupción y la falta de oportunidades de los jóvenes

Agencias

Publicado: 16 may 2021 - 03:24 Actualizado: 17 may 2021 - 04:12

Dos personas mayores celebran ayer el aniversario del movimiento social del 15M.
Dos personas mayores celebran ayer el aniversario del movimiento social del 15M.

España conmemoró ayer el décimo aniversario del llamado 15M, el movimiento en el que participaron miles de ciudadanos "indignados" para exigir un cambio político y social frente a la crisis económica, la corrupción, el desencanto con los partidos y la falta de perspectivas para los jóvenes.

Varios miles de personas, en torno a 25.000, según los organizadores, salieron a la calle en Madrid el día de San Isidro convocadas por el desconocido colectivo "Democracia real ya", sin imaginar la sacudida que iban a desatar en toda España en puertas de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Al grito de "Que no, que no, que no nos representan" y "Oé, oé, oé lo llaman democracia y no lo es", la marcha llegó a la Puerta del Sol, donde 200 jóvenes decidieron montar una acampada, que se convertiría en el símbolo del fenómeno social.

Fue la mecha que empezó a extenderse por muchas ciudades e, incluso, por algunas capitales mundiales, lo que llevaría a la prensa internacional a hablar de la "Spanish revolution" como parangón de las primaveras árabes.

Con los políticos volcados en sus mítines de campaña, los "indignados" se plantaron en Sol ante la mirada de la Policía Nacional, desconcertada por el ambiente festivo de la protesta. Los colectivos del "kilómetro cero", bautizada como "Plaza de la Solución", eran heterogéneos por edad -no faltaban jubilados o "yayoflautas"- y formación o profesión -predominaban gente en paro-, pero con un mínimo común: hartazgo con la clase política.

Redes sociales

Los de "Toma la Plaza" se organizaron en asambleas e, incluso, nombraron portavoces para canalizar sus declaraciones a la prensa con gente anónima no ligadas a ningún partido. Uno de los éxitos del 15M fue el eco que tomó el movimiento gracias a las redes sociales, que sirvieron como amplificador de sus demandas y polo de atracción para sumar adeptos.

Con el paso de los días y ante la ola generada por la protesta, los políticos empezaron a dirigir su mirada hacia el fenómeno, aunque con la disyuntiva de qué hacer con el campamento de Sol. Tras un primer desalojo el mismo día en que prendió la mecha, el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiso evitar que la protesta derivara en un escenario de enfrentamiento en puertas de las elecciones.

Sin incidentes, el 15M siguió latiendo pese al dictamen del órgano electoral, la policía no disolvió las concentraciones y tanto la jornada de reflexión como los comicios se desarrollaron con normalidad.

El movimiento perdió fuerza con el tiempo aunque dejó su huella

La gestión de la crisis económica del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, obligado a hacer recortes drásticos, hizo que el PSOE sufriera el castigo en las urnas y concediera el triunfo al PP. El movimiento 15M recibió con indiferencia los resultados electorales y se conjuró a prolongar los campamentos de protesta levantados en las plazas al menos una semana más. La de Sol permaneció en pie 28 días, hasta el 12 de junio, tras surgir problemas de infraestructuras y coordinación y de aumentar las presiones de los comerciantes de la zona.Días antes, los "indignados" volvieron a clamar de forma pacífica en toda España en una movilización rematada con la demanda de una huelga general.

La llama siguió prendida bajo el lema "No nos representan" en los meses siguientes, con nuevas manifestaciones el 15 de octubre y, un año después, con el "Rodea el Congreso" promovido por la Plataforma 25S. En las elecciones anticipadas de noviembre de 2011, en las que Rubalcaba tomó el testigo de un Zapatero arrastrado por la crisis, las demandas de los "indignados" no se concretaron en ninguna candidatura política. Fue en las europeas de 2014 cuando Podemos, con Pablo Iglesias al frente, irrumpió en el pànorama político con 1,2 millones de votos.

Con el tiempo, el 15M fue perdiendo fuerza, al igual que el ahora fracasado Pablo Iglesias y Podemos, aunque dejó huella en algunos grupos de protesta, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o las mareas a favor de la sanidad y la educación.

El movimiento insiste en que "gobierne quien gobierne las calles se defienden"

Las "voces vivas, libres e indignadas" del 15M de la actualidad y de hace 10 años se volvieron a reunir en la Puerta del Sol de Madrid, ese mismo espacio desde el que ayer reivindicaron que "gobierne quien gobierne las calles de defienden".

Así lo dijo Sergio Sánchez, del Sindicato Libertario y encargado de hacer esta convocatoria pública realizada por "Espacio común 15M" y autorizada por la Delegación del Gobierno de Madrid para 300 personas, aunque el número de asistentes ha sido muy inferior en una tarde soleada en la que la madrileña Puerta del Sol tenía un fluido ir y venir de personas.

"Volvemos 10 años después, aunque hemos vuelto todos los años para recordar este aniversario. El espíritu de lucha continúa, el 15M ha tenido su evolución, pero a raíz de ese movimiento han ido surgiendo diversas plataformas y colectivos sociales. El espíritu continúa, con el nombre diversificado", ha defendido Sánchez. Asimismo, también ha matizado que hay "mucha conciencia social creada a raíz de este movimiento".

En una convocatoria de cuatro horas, y en torno a un escenario a pie de calle en el que destacaba un cartel con el lema: "las voces vivas, libres e indignadas" colocado en un lateral de la boca del metro de Sol, diferentes asociaciones y colectivos han pasado por el "micrófono abierto" preparado.

Así lo ha hecho Angustias, "la abuela del 15M", quien ha pedido a los presentes recordar a "las personas y luchadores que ya no están". "Ahora le pido a la juventud que haga como yo, que mientras me quede una gota de sangre, no me olvidaré del 15M".

Por su parte, un miembro de los llamados "Yayoflautas" ha pedido que "nadie diga que el 15M ha muerto" mientras que haya "una familia que pase hambre o que existan pueblos como el de Palestina".

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