Vigo perdió 87 micronegocios al año durante la última década

Hay una curiosa tendencia entre las empresas y es que las más pequeñas, que son las más numerosas en el tejido empresarial, están cayendo en picado, mientras que las más grandes crecen a doble dígito. Algo que podría verse como algo positivo, porque el tejido empresarial coge músculo, lo cierto es que está afectando al número de empresas en total, que descienden en el saldo neto, porque el nacimiento de grandes compañías no cubre la alta mortalidad de las pequeñas.

 Así, en Vigo están registradas 22.331 empresas, según los datos del Instituto Galego de Estatística a fecha de fin de diciembre de 2023. Esta cifra supone que en nueve años, tomando como referencia 2014, son 532 sociedades menos, un 2,3% menos, esto es unas 60 menos cada año.

Al analizar la dimensión de las empresas por número de trabajadores es cuando surge la noticia: las pequeñas están en pleno descenso, mientras las grandes crecen. El caso es que sólo la categoría de menos de dos trabajadores son las que bajan y hay que tener en cuenta que esos micronegocios son la mayoría: el 82% del tejido. En Vigo hay más de 18.000 empresas con menos de dos trabajadores y se han perdido en 9 años 781, un 4% menos, que son 87 menos cada año.

La siguiente categoría, que son las empresas de entre 3 y 5 trabajadores se mantienen estables, con algo más de 1.900 y un 0,1% de crecimiento. A partir de ahí todas las categorías suben en número de sociedades en la última década de forma importante.

De hecho las más grandes, las empresas con más de 250 trabajadores, crecen un 27,7%, en los nueve años de referencia, hasta las 23. Las que tienen entre 100 y 249 trabajadores crecen un 39%, hasta 60. Las que tienen más de 50 trabajadores y menos de 99 también crecen y lo hacen un 24%, hasta alcanzar las 118. Y así en todas las categorías.

Cepyme: “El entorno es hostil”

Cepyme, la patronal que representa a las pequeñas y medianas empresas, considera imprescindible trabajar en dos campos: la flexibilización

de las barreras que limitan el crecimiento empresarial y crear un entorno favorable al desarrollo de empresas, poniendo fin a lo que consideran escalada de costes para las pymes. En un estudio sobre la situación de las pymes en España, concluyen que la empresa española es, de media, más pequeña que la europea, algo que influye en menor productividad y rentabilidad. Achaca el menor tamaño a la excesiva burocracia y las cada vez mayores cargas normativas, “que suponen un fuerte obstáculo para el crecimiento de las empresas”. Consideran que el escenario es “hostil para el crecimiento de las compañías españolas”.