Stellantis Vigo y Plastic Omnium ya preparan ERTES para 2025 ante las dudas con el coche eléctrico

La automoción viguesa da el pistoletazo de salida a la negociación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES) para 2025.

Stellantis Vigo prevé negociarlo tras el parón navideño, según pudo saber este diario, y la empresa OP Mobility (antigua Plastic Omnium) acaba de plantear al comité prorrogar seis meses el que tiene en vigor en su planta de Redondela. “Proponen uno de 40 días que estará en vigor en el primer semestre del próximo año”, explica María Xosé García, responsable de industria del sindicato CIG que tiene representación en el comité. “No vamos a firmarlo, los ERTE no son para empresas que tienen beneficios y se usan para precarizar a la clase obrera y desestabilizar nuestra jornada de trabajo”, apunta.

OP Mobility emplea en Redondela a cerca de 500 trabajadores y tiene como cliente a la factoría de Stellantis a la que suministra parachoques. “Si ellos paran, nos vemos arrastrados, pero no se puede permitir este descontrol de parar un día y al siguiente estar haciendo horas extra”, argumenta la sindicalista y trabajadora de esta empresa, que asegura que “van a empezar a plantearse más porque la mayoría de las compañías los tienen en vigor hasta el 31 de diciembre".

La empresa principal, Stellantis Vigo, es una de ellas. A final de este año vence su ERTE y la factoría de Balaídos planteará la negociación de otro a principios de 2025, muy probablemente en enero, según pudo saber este diario.

La dirección aún no hizo ninguna propuesta, pero se da por hecho que así será para poder afrontar la bajada de producción prevista hasta la llegada de un nuevo coche y la plataforma eléctrica. La planta que el grupo tiene en Zaragoza lleva la delantera y ya firmó uno de 35 días que afectará a toda la plantilla desde el 1 de diciembre de este año al 31 de diciembre del próximo con un máximo de afectación individual por empleado de hasta 60 días. La fábrica aragonesa está estudiando, además, suspender la producción de una de sus líneas hasta 2026 para transitar el periodo de baja actividad.

Huelga en solitario contra la “reconversión de la automoción”

El sindicato CIG celebró ayer una huelga en la industria de la automoción de Galicia para protestar por la “profunda crisis que vive el sector”. “Que la ciudadanía sepa lo que puede pasar con la automoción, que va a llevar el mismo camino que el naval con la reconversión”, indica Xoan Xosé Bouzas, responsable de industria del sindicato. “Desde 2008 no se montó ninguna empresa de componentes en la comarca de Vigo, las compañías están desviando la producción al norte de Portugal y del continente africano y eso va a llevar a que en los próximos meses los ERTES o incluso ERES van a estar a la orden del día”, advierte.

El sindicato afea el anuncio del presidente de la Xunta “de ayudas millonarias para el sector hasta 2027, pero no hacen nada sobre la contrapartida de ese dinero”.

Mínima incidencia

La huelga apenas dejó incidencia en la actividad de las empresas de la automoción de la comarca viguesa, según fuentes del sector consultadas por este diario. Desde la empresa principal, Stellantis Vigo, confirman que no hubo afectación en la producción de coches y que fue mínima en los proveedores. La empresa califica de “irresponsable” esta convocatoria de paro “que puede comprometer la imagen de paz social del sector de automoción de Galicia, afectando negativamente a futuras inversiones en la región”, señalan fuentes de la compañía. Según el sindicato convocante, en las plantas de Treves en Pontevedra y Faurecia en Ourense el seguimiento fue casi el 100% y bastante mayoritario en BorgWarner, ubicada en Zamáns.