La nueva norma "antidescartes" acortará las mareas de la flota de Gran Sol

A partir del 1 de enero de 2019 todos los buques que conforman la flota pesquera europea no podrán devolver al mar ninguna especie sometida a cuota y deberán descargarla en el puerto. La entrada en vigor de esta normativa de obligación de desembarque (conocida popularmente por la influencia ecologista como prohibición de los desembarques) está cada día más cerca pero todavía no se conoce con detalle como se aplicará, vigilará o sancionará.

Lo que sí debate ya el sector son las consecuencias que podrá suponer para el sector pesquero. "En Gran Sol si van a tener que mantener embarcados los descartes a mitad de marea van a a tener la bodega llena", señala el Ricardo Isaac Pérez, investigador del Instituto de Investigaciones Marítimas del CSIC y coordinador del proyecto Life Iseas, que ayer celebró una conferencia en Vigo con científicos de toda Europa.

Para el investigador todavía deberán pasar "varios años" hasta que se puedan detectar todas las consecuencias de la normativa, pero en el caso de Gran Sol , lo más probable es que lo armadores "descarguen en Irlanda" para poder mantener la rentabilidad.

Ricardo Pérez también expuso que se están presentado "iniciativas que tienen que ver con la implantación de cámaras a bordo para supervisar que las operaciones que se realizan por los marineros son adecuadas" así como "un sistema de visión artificial sobre la cinta de pesca para poder cuantificar en tiempo real toda la captura, todos los individuos, peso y especie. Tal y como cae en el pantano al parque de pesca donde se va a clasificar".

Estos datos se analizarán en tiempo real y se mostrarán en una pantalla, con lo que " podemos ver donde aparece mayor proporción de juveniles, y decidir faenar tres millas allá, o si están apareciendo especies para lo que no tengo cuota, no ir a esa zona". El investigador pidió que los armadores perdieran el recelo a ceder datos.