Malvinas retrasa la campaña del calamar, pequeño pero abundante

La flota de Malvinas con base en Vigo recibió ayer una petición del Gobierno de las Falkland para que retrasen una semana el inicio de la campaña del calamar loligo, que tendría que comenzar hoy mismo. Según indicó Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores y propietario de dos buques que operan en el caladero, la decisión tiene que ver con el tamaño del cefalópodo, todavía pequeño, por lo que se dará un tiempo.

La buena noticia es que la pesquería parece recuperada, según los resultados de la misión científica realizada por el “Golden Chicha”, de la armadora viguesa Chymar SA, de la familia Touza, disipando las dudas tras el fiasco del año pasado, en que hubo que anular la campaña del invierno austral ante la escasez de biomasa. Era la segunda ocasión en que sucedía. El tamaño también importa: el C-4 y el 4L, entre nueve y 14 centímetros, tienen mayor salida comercial. Por debajo de nueve, escasa.

“Nos convocaron en el Gobierno malvino basándose en los resultados experimentales y nos pidieron prudencia y qué nos parecería aplazar ocho días el inicio, en lugar del 23 el 1 de marzo y aceptamos, siempre vamos a seguir los criterios científicos”, señaló. Hasta el 1 de marzo, los 17 buques de la flota mixta (capital vigués y de Falkland/Malvinas) que opera en exclusiva en las aguas de las islas se dedicará a la merluza y también a la pota, por fuera, aunque cada empresa toma sus decisiones. “La cuestión principal es que nos reducen días, aunque trataremos de ganar una semana al final”. 

En cuanto a la biomasa, las referencias son relativamente buenas, señala Javier Touza. “Las cantidades en zonas habituales de reclutamiento de juveniles son abundantes, llevamos cuatro días capturando 400 toneladas en la campaña científica, que te mandan a pescar a zonas donde no hay nada para poder ver cómo están las especies acompañantes y si hubo desplazamientos”. Reconoce que el loligo es pequeño, pero la cuestión clave es que hace unos meses se tomó la decisión de seguir los postulados científicos con la Pesquera de Malvinas. “Esperamos que dé resultados al dejar crecer a los calamares”, zanjó. La expectativa es 50.000 toneladas.

“Nos gustaría que fuera mayor, pero podría no haber nada”

“Donde esperábamos capturar calamar, hay calamar, el equipo científico que llevamos a bordo es de máxima cualificación”, explica Javier Touza, quien destaca que la dotación de biólogos está formada por especialista en temas como el impacto sobre el tamaño de los cefalópodos del cambio climático. Los buques vigueses se mantienen a la expectativa en el entorno de Malvinas, siguiendo instrucciones y cumpliendo lo asignado. “En principio cumpliendo órdenes y con cierta normalidad, queríamos que el calamar fuera más grande sí, pero podíamos no tener nada. Seguimos apostando por las consideraciones científicas por encima de todo”, resumió.