Las lluvias provocan una mortandad elevada del marisco en la ría de Vigo
Mar
La zona de Cesantes es la más afectada sobre todo en almeja y berberecho debido a que la gran cantidad de agua dulce bajó la salinidad. Mar avanza más investigación para especies más resistentes
Las fuertes lluvias del último mes han provocado una elevada mortandad del marisco en las Rías Baixas al reducir el nivel de salinidad por debajo de lo necesario para su cría y provocando la pérdida de miles de ejemplares. Así lo aseguró el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, a preguntas de la prensa ayer en Vigo. Precisamente esta situación se da en la Ría de Vigo, impidiendo comenzar con normalidad la campaña del marisqueo en zonas como la ensenada de la Isla de San Simón.
La Xunta afirma que comparte la preocupación con el sector y señala que la situación ya fue adversa desde el verano por una temperatura del agua mayor a la habitual, que ahora se ve agravada por las lluvias, que aumentan el caudal de los ríos que desembocan en el litoral.
“Ya se descartaron en los distintos análisis que se hicieron desde Tecmar y los distintos centros de investigación de la Xunta descartamos que se trate de algún tipo de patología rara que podría provocar esta mortandad”, explicó el responsable de la Consellería de Mar.
Villares indicó que el año pasado también se vivió una situación similar, causando dificultades para el crecimiento de los bivalvos. Según el conselleiro, el camino para solucionarlo es la investigación, hallando variedades de mariscos que se adapten a estas nuevas condiciones, explicando que en los próximos años previsiblemente también se encadenen borrascas similares. Por ello, el Gobierno gallego pretende encontrar una solución a este problema a través de la ciencia. “El camino que vamos a tomar es invertir en investigación y en ciencia, ya que tenemos los mejores centros de investigación y ciencia para cuestiones de mar y pesca que son un referente en Europa, vamos a tratar de buscar una solución”, explicó Villares.
El conselleiro reconoció que las inclemencias meteorológicas “son circunstancias muy complicadas de solucionar, porque hay poco que se puede hacer para evitar que llueva más o menos o controlar la temperatura del agua”, para ello insistió en que “hay que tratar de encontrar variedades y ejemplares de los distintos bivalvos que sean más resistentes a estos condicionantes nuevos”.
Las mariscadoras de Cesantes no pueden trabajar ante la situación “catastrófica”
Las mariscadoras de a pie pertenecientes a la Cofradía de San Xoán de Redondela se reunieron durante la mañana de ayer con la bióloga de la Cofradía para saber cómo proceder ante la situación “catastrófica” de los recursos actuales en la zona de marisqueo.
Las mariscadoras afirman que esta situación de alta mortalidad entre las especies que trabajan surge de la unión de varios factores medioambientales entre los que destacan la concentración de las lluvias entre los meses de octubre y febrero, la apertura de los embalses con su riada de agua dulce, las altas temperaturas que provocan una “falta” de afloramientos y el consiguiente aumento de las especies depredadoras.
En el mes de julio las mariscadoras de Cesantes se vieron acogidas por primera vez en su historia a un paro por no tener recursos para poder trabajar. Las mariscadoras deberían haber empezado a trabajar en la siembra a lo largo del mes de noviembre, sin embargo, debido a la baja salinidad del agua, desde la Xunta le recomendaron aplazar esta actividad porque la gran parte de esa cría moriría en las condiciones actuales.
La vicepresidenta de la agrupación, Nuria Novelle, destacó el “estado de incertidumbre de todas las mariscadoras", ya que no tienen nada concreto hasta ver los resultados que arrojen los informes de los biólogos de la Xunta y de la misma Cofradía. “La situación se puede ver a simple vista si vas paseando por las zonas en las que trabajamos. Las almejas y los ‘longueirones’ están en la superficie muertos hasta el punto donde ya huele a podrido. Estamos todas muy preocupadas”, afirmó Novelle.
Las mariscadoras hacen un llamamiento a la Xunta para que estudien a fondo los cambios que causan esta situación que ya están afectando a las rías gallegas desde hace tres años. “Si la Xunta quiere que siga habiendo mariscadoras debe tomarse este asunto en serio”, sentenció Novelle.
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