La industria gallega aumenta su capacidad para trabajar en defensa

Una treintena de empresas, varias de Vigo, ya operan en este nicho que "da estabilidad y pedidos a largo plazo”

Vehículos militares que fabrica Urovesa en su planta de Valga que está ampliando.
Vehículos militares que fabrica Urovesa en su planta de Valga que está ampliando.

La industria gallega se está preparando para elevar su nivel de producción, que es lo que va a demandar en los próximos años el nicho de defensa y seguridad hacia el que mira todo el sector. En juego, el gasto de 10.400 millones que destinará España o el plan de rearme europeo que propone la CE valorado en 800.000 millones de euros. “Es una oportunidad histórica para Galicia y es crucial una apuesta decidida por parte de las empresas. Ya está habiendo movimientos, consultas y proyectos y el reto ahora mismo es aumentar las capacidades industriales, que es lo que se va a demandar”, indica Enrique Mallón, secretario general de la patronal Asime.

Dos compañías gallegas son las que llevan la batuta en la materia. Son Navantia Ferrol -con la construcción de cinco fragatas para la Armada Española- y Urovesa, fabricante de vehículos especiales militares que está ampliando sus instalaciones de Valga con una inversión de más de 50 millones para incrementar la producción.

En Vigo despunta el grupo aeronáutico Delta, que acaba de poner en marcha la construcción de una segunda planta en Porto do Molle (Nigrán) y prevé una tercera para afrontar las buenas perspectivas de carga de trabajo para los próximos años. La compañía se encuentra en la élite de proveedores de Airbus, al que suministrará componentes para sus nuevos vehículos aéreos de combate.

Ganaín, con fábricas en Gondomar, Mos y O Porriño, también acaba de empezar a levantar un nuevo centro de producción en O Porriño, en el polígono de A Granxa, para afrontar la nueva etapa de expansión que espera con el segmento de seguridad y defensa. En A Granxa también va a crecer la firma del metal Distevi, que inició obras de ampliación de su planta ante la demanda creciente en contratos para aeronáutica y defensa.

El gigante Indra corona a Vigo con un centro tecnológico de defensa que está llamado a ser un referente nacional. Estará ubicado en López Mora, en el futuro Centro TIC de Zona Franca. “Estamos hablando de un segmento en el que muchas empresas gallegas llevan años trabajando, es un nicho de mercado en el que cuesta entrar, pero una vez dentro, aporta estabilidad, ya que los pedidos son a largo plazo”, argumenta Mallón, que avanza que “en los próximos meses se verán movimientos importantes en España con compras y fusiones porque es un negocio que mueve mucho y lo que hay que hacer desde Galicia es aumentar la participación con las empresas tractoras y ganar espacio en la cadena de suministro".

En estos momentos hay una treintena de empresas en la comunidad que están trabajando para defensa generando unos 3.500 puestos de trabajo, según los datos que maneja la patronal de la industria metalúrgica, que espera que el sector movilice a 150 compañías en los próximos años. Utingal, Detegasa, Industrias Ferri, Ibercisa, Precisgal, Fluidmecánica, Gallega Mecánica, Incipresa, CT Ingenieros, Ghenova o Marine Instruments son algunas de ellas, junto con Navantia, Delta Vigo y Urovesa, así como los astilleros vigueses. Armón, Cardama y Freire, por ejemplo, están construyendo buques de apoyo para los ministerios de defensa de Suecia, Uruguay y España, respectivamente.

Asime puso en marcha la iniciativa Secdefense, un espacio de colaboración entre empresas en el ámbito de la seguridad y defensa con actividades como los vehículos especiales, drones, construcción y reparación naval y sistemas de seguridad, vigilancia y protección de infraestructuras críticas. “Desde Galicia se puede aportar capacidad industrial y tecnológica, es el nicho con más oportunidades de negocio a día de hoy, en tierra, mar, aire y espacio”, argumenta el secretario general.

Eso sí, hay retos. Dos relevantes sobre la mesa, que son la falta de empleo cualificado que padece el sector y las barreras que se encuentran muchas pymes para acceder a los contratos por el déficit de profesionales y la necesidad de certificaciones y homologaciones.

“Nos coge con una alta carga de trabajo”

El sector metalúrgico de Galicia supera en estos momentos el 90% de su capacidad de producción. “Nos coge con una alta carga de actividad”, indica el secretario general de Asime, para dibujar un panorama “con muy buenas perspectivas, pero que requiere compromiso y trabajo”. “Para Galicia es determinante este crecimiento que se espera con la seguridad y defensa, que a día de hoy es uno de los nichos con mejores perspectivas de futuro”, indica Mallón, que ve necesaria la colaboración público-privada “para que las empresas gallegas se integren en consorcios nacionales y europeos”.

Contenido patrocinado

stats