El Gobierno propone subir la cotización social en 0,6 puntos
La subida tendrá carácter finalista para la llamada “hucha de las pensiones” de la Seguridad Social
Gobierno elevó a 0,6 puntos la propuesta de cotización adicional a la Seguridad Social que deberán abonar durante diez años empresas y trabajadores, a razón de 0,4 puntos y 0,2 puntos, respectivamente, para equilibrar las cuentas del sistema, según informaron ayer los sindicatos. Según explicaron CCOO y UGT, esta fue la propuesta que llevó ayer el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a la mesa con patronal y sindicatos en la que negocian algunas de las medidas que quedaban pendientes de la reforma de pensiones que se tramita en estos momentos en las Cortes.
La subida propuesta ayer dejaría el tipo de cotización por contingencias comunes en el 34,3%, de los que 27,6% correspondería a la empresa y el 6,7%, al trabajador, ya que actualmente asciende al 28,3% (el 23,6 % es cuota empresarial y el 4,7 % del empleado).
Fuentes del Ministerio de Inclusión aseguraron que ésta fue “una reunión muy productiva”, en la que presentaron “pequeñas modificaciones sobre la propuesta de la semana pasada sobre el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI)”, entre las que se incluyen una subida de 0,6 puntos (frente a 0,5 puntos de la anterior reunión) y el reparto de la misma entre empresa y trabajador.
Las organizaciones sindicales valoraron “el giro de la posición del Gobierno en cuanto a centrar la definición del MEI en torno a una mejora de ingresos y la mejora de esta propuesta en términos de equidad intergeneracional”. No obstante, consideraron que la propuesta debe ser mejorada en términos de suficiencia, con más ingresos, y una mejor distribución de la cotización adicional entre empresa y trabajador.
Esta subida de las cotizaciones sociales, que se aplicaría desde 2023 y hasta 2032, tendría un carácter finalista, ya que iría destinada a nutrir el fondo de reserva de la Seguridad Social, la llamada “hucha de las pensiones”, que actualmente cuenta con apenas 2.000 millones. El objetivo, que sustituirá al factor de sostenibilidad aprobado en la reforma de 2013 y ya derogado, es garantizar las pensiones de los llamados “baby boomers”, los nacidos entre finales de la década de 1950 y mediados de la de 1970.
El PP afirma que la medida va a “lastrar la recuperación” del país
Los grupos parlamentarios de la derecha y la izquierda ya han cuestionado la idea planteada por el misnistro Escrivá, cuyo objetivo es garantizar las pensiones de los llamados “baby boomers”. Así, la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, considera que la subida “no va en el camino correcto” porque va a “lastrar la recuperación económica” y opina que los elementos clave para garantizar las pensiones son el fomento de la natalidad y del empleo.
En la misma línea, el portavoz de Cs, Edmundo Bal, afirmó que el futuro de las pensiones hay que garantizarlo con el “incremento de la natalidad” y “la protección del trabajo de los jóvenes”, en lugar de poniendo “parches”. En el lado de la izquierda, la diputada Sofía Castañón de Podemos, advirtió de que los cambios que se hagan “no pueden afectar al poder adquisitivo de la ciudadanía”.
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