El exoesqueleto “SuperHuman” se prueba en el CTAG de Porriño

“SuperHuman” es el acrónimo de “SUPport Exo to Relief HUman Muscoloskeletal fAtigue in maNufacturing”, un proyecto de exoesqueleto que se está probando en el Centro Tecnológico de la Automoción (CTAG) en Porriño para la industria, en condiciones industriales reales con operarios de la lusa MC y la italiana Bonfiglioli.

El trabajo manual sigue estando muy presente en el contexto industrial, lo que suele implicar tareas que requieren trabajar en condiciones no ergonómicas y manipular piezas pesadas, lo que provoca trastornos musculoesqueléticos. En particular, la espalda es una de las regiones más afectadas. Así que el proyecto “SuperHuman” tiene como objetivo industrializar, probar, validar y evaluar un exoesqueleto hipoactivo de cadera y espalda baja para aplicaciones laborales, ayudando a los trabajadores. Está financiado por EIT Manufacturing.

En definitiva se trata de reducir la carga muscular y ayudar a prevenir lesiones. El primer prototipo ya se ha probado en las instalaciones de CTAG y en condiciones industriales reales con operarios de MC y Bonfiglioli. Los operarios han estado probando el exoesqueleto en diferentes tareas de trabajo: agacharse bajo carga, torcer el torso o ponerse en cuclillas.

Durante las últimas semanas, el CTAG se ha reunido con los distintos socios del proyecto en Italia y Portugal, para validar avances y preparar los próximos pasos del piloto.

Los socios son SUPSI (Scuola universitaria professionale della Svizzera italiana), que dirige el proyecto al tener experiencia en exoesqueletos de soporte dorsal, así como Gogoa Mobility Robots, que industrializa el nuevo dispositivo. SUPSI y CTAG dirigen las pruebas, la validación y la evaluación del nuevo exoesqueleto.

Además, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, desde el área de Fábrica Humana, desarrolla un entorno de test para la evaluación inicial del prototipo antes de pasar a los casos de uso industrial de los usuarios finales. La empresa industrial italiana Bonfiglioli y la portuguesa MC Sonae proporcionan casos de uso para realizar las pruebas en escenarios relevantes.

Junto a ello la italiana ART-ER gestiona las actividades de difusión y pone en contacto al consorcio con clientes potenciales de toda Europa y Gogoa está creando una empresa emergente para comercializar el dispositivo en el mercado en cuanto se financie el proyecto para explotar sus resultados.