Tavares dimite y deja la dirección de Stellantis sin asignar trabajo a Vigo

Carlos Tavares presentó en las últimas horas su dimisión como CEO de Stellantis que fue aceptada por el consejo de administración del grupo reunido este domingo. La renuncia tiene efecto inmediato y la multinacional ya tiene en marcha un proceso de nombramiento del nuevo director general que finalizará en el primer semestre de 2025.

Sorpresa a medias la marcha de Tavares, ya que el pasado mes de octubre el grupo automovilístico la había anunciado, coincidiendo con su jubilación, pero la fijaba para el año 2026. Dos meses después, el CEO presenta su dimisión inmediata. "Nuestro agradecimiento a Carlos Tavares por sus años de dedicado servicio y el papel que desempeñó en la creación de Stellantis, complementando los cambios de PSA y Opel, colocándonos en el camino para convertirnos en un líder global en nuestra industria", indica John Elkann, presidente de Stellantis, en un comunicado.

El grupo alude a “diferentes puntos de vista” surgidos en las últimas semanas, “que llevaron a la junta directiva y al director general a tomar la decisión”, apunta Henri de Castries, director senior independiente, que resalta que “el éxito” de la compañía desde su creación se basó en “una perfecta alineación entre los accionistas clave, la junta directiva y el director ejecutivo”.

El proceso de nombramiento del nuevo director general permanente, gestionado por un comité especial del consejo de administración, está en marcha y finalizará durante el primer semestre de 2025. Mientras tanto estará un nuevo comité ejecutivo temporal, presidido por John Elkann.

Stellantis confirma los objetivos presentados a la comunidad financiera el pasado 31 de octubre para sus resultados anuales de 2024.

Hasta ahí la lectura que hace el grupo de la renuncia de Tavares, que hace solo unos días estuvo en Madrid reunido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un encuentro aparentemente cordial, pero sin concretarse ninguna de las inversiones que esperan las fábricas en España, entre ellas la de Vigo.

Balaídos, a la espera

La marcha del director general deja a la planta de Balaídos sin tener asignada la carga de trabajo que necesita a partir de 2026, un nuevo coche y la plataforma eléctrica para las futuras generaciones de vehículos cero emisiones. Tavares dijo que “pronto, muy pronto” se conocerán los proyectos para las factorías en España -Vigo, Madrid y Zaragoza-, de los que dijo que “van en la dirección correcta”.

Por lo pronto, la fábrica viguesa va a acabar el año con un nivel de producción más bajo que en 2023 por la caída de la demanda y los ajustes de la actividad -reducción de un turno de noche- y ya está preparando un nuevo ERTE para 2025, que le permita transitar el periodo ‘valle’ antes de que llegue el nuevo vehículo.

La visita del CEO a Moncloa se produce un año después de que visitara la fábrica de Vigo. No hubo anuncio de inversión, ni plataforma ni nuevo coche en ninguna de las dos ocasiones. El Gobierno asignó más de 300 millones de fondos europeos al grupo para invertir en España y Tavares trasladó a Pedro Sánchez que es un “apoyo satisfactorio”. Ahora deja la dirección mundial del grupo automovilístico.