Messi deshace el lío

El astro argentino allanó la victoria albiceleste ante México, que prescindió del céltico Orbelín

Agencias

Publicado: 27 nov 2022 - 03:10 Actualizado: 27 nov 2022 - 11:54

El excéltico Néstor Araujo trata de jugar el balón ante Messi.
El excéltico Néstor Araujo trata de jugar el balón ante Messi.

Apareció Messi para resolver el asunto, para sacar a Argentina del enredo en el que andaba metida tras su inesperada y bochornosa derrota frente Arabia Saudí y restablecer el panorama de la selección albiceleste en Qatar 2022, con un sufrido triunfo que deja contra las cuerdas ahora a México, que dejó en el banquillo al céltico Orbelín Pineda, pero no al exceleste Néstor Araújo, titular y que disputó los noventa minutos.

‘La Pulga’ fue el principal, casi único, argumento del que tiró el combinado de Lionel Scaloni para tumbar a un rival timorato, resignado a su suerte desde el primer momento y que queda con un pie fuera del Mundial, aunque no según los números.

Argentina resucitó. Puede terminar, incluso, como primera de grupo si se impone a Polonia en la última fecha. Todo quedará como debía en ese caso y el revés ante Arabia habrá sido un tropiezo coyuntural, un accidente.

Y es que el batacazo impensable ante Arabia Saudí había puesto en entredicho el proyecto mundialista de Lionel Scaloni. Un mazazo que dejó tocado todo el entorno de la Albiazul que ha llegado a Qatar 2022 cargada de ilusión. El tiempo corre en contra de Leo Messi y su llama se agota por imperativo natural. Por eso, este Mundial es asumido como el último baile del astro.

Algo tenía que cambiar Argentina después de las dudas que desempolvó Arabia. No se anduvo con chiquitas el técnico, que implantó una revolución radical en su once. Cinco cambios. Tres en la zaga, señalada en el primer partido, y dos en el centro del campo.

Entró Gonzalo Montiel por Nahuel Molina en el lateral derecho, Marcos Acuña por Nicolás Tagliafico en el izquierdo y Lisandro Martínez por Cristián Romero en el centro de la zaga. El volantazo en la medular fue la inclusión de Guido Rodríguez y Alexis MacAllister. Fuera se quedaron Leandro Paredes y Alejandro Papu Gómez.

México jugó a que en el campo ocurrieran pocas cosas. Y durante mucho tiempo se jugó a lo que quiso México. No pasó nada en la primera mitad. No hubo lanzamientos a portería. Los intentos de Argentina, precipitada, se ahogaban en el área o en su frontera. Leo Messi, excesivamente retrasado para poder participar del juego, apenas tenía influencia. Mientras, México se vio incapaz, sin recursos para poner en aprietos a Emiliano Martínez.

Sólo una genialidad, un momento puntual, una aparición de Messi podía dar un giro a la cita. En un partido plano que se había empezado a desnivelar a la vuelta de vestuarios, el capitán asumió la responsabilidad. Avisó primero en un balón parado, en la media luna, tras sufrir una falta de Erik Gutiérrez. Pero en la siguiente que tuvo no perdonó.

Le vio Ángel Di María desde la derecha. Solo, en la frontal. Messi recibió la pelota y con un tiro raso, con la izquierda, pegado al palo, batió a Guillermo Ochoa. Una vez abierta la lata, Enzo Fernández sentenció con otro gran gol.

Argentina:

Emiliano Martinez; Gonzalo Montiel (Nahuel Molina, m.63), Nicolas Otamendi, Lisandro Martinez, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Guido Rodriguez (Enzo Fernández, m.58), MacAllister (Ezequiel Palacios, m.69); Messi, Di María (Cristian Romero, m.69) y Lautaro (Julián Álvarez, m.63).

México:

Ochoa; Kevin Álvarez (Raúl Jiménez, m.66), Néstor Araujo, César Montes, Héctor Moreno, Jesús Gallardo; Héctor Herrera, Andrés Guardado (Erik Gutiérrez, m.43), Luis Chávez; Hirving Lozano (Roberto Alvarado, m.73) y Alexis Vega (Uriel Antuña, m.66).

Goles:

1-0, m.64: Messi; 2-0, m.87: Enzo Fernández.

Árbitro:

Daniele Orsato (ITA) . Amonestó a Néstor Araújo, Erik Gutiérrez, Héctor Herrera, Roberto Alvarado; y Gustavo Montiel.

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