Cinco medallas y siete diplomas para el área de Vigo en los Juegos Paralímpicos

Vigo y su área han estado a la altura de las circunstancias en los Juegos Paralímpicos de París. Y no era sencillo, porque la amplia representación viguesa -10 deportistas- partía con muy altas expectativas. Se esperaba en torno a cuatro medallas y se han logrado cinco -un oro y cuatro bronces-, además de estar muy cerca de varias más, como demuestran los siete diplomas olímpicos con los que regresa este excelso grupo.

Cada una de las cinco medallas tiene un medallista. El único oro fue el que se colgó la triatleta viguesa Susana Rodríguez Gacio en la categoría PTVI (discapacidad visual), dando muestra de una gran superioridad sobre sus rivales pese al vaivén con la fecha de la prueba, que primero fue adelantada al domingo y después, sobre la marcha, devuelta al lunes. La contaminación del Sena no afectó a la médico, que revalidó el oro logrado en Tokio hace tres años.

Como la competición es así, el tirador pontevedrés residente en Vigo desde hace décadas Juan Antonio Saavedra (SH1A) alcanzó el podio que anhelaba en la modalidad que menos se esperaba: se colgó el bronce en 10 metros erguido, mientras que en 50 metros tumbado se tuvo que conformar con la cuarta plaza -diploma, por lo tanto- tras sufrir una avería en su carabina. En Tokio también había logrado un bronce.

Los otros tres medallistas saborearon tal éxito por primera vez en sus carreras. El tenista en silla vigués Martín de la Puente acudía, con sólo 25 años, a sus terceros Juegos y regresa de ellos con su primera presea: el bronce en la modalidad de dobles junto al madrileño Daniel Caverzaschi. En individual, también alcanzó el partido por el bronce, pero lo perdió para sumar a su cosecha parisina un diploma.

También el ciclista coruñés del Louriña Damián Ramos cumplió con esas pesadas expectativas que lo situaban como opositor al podio. Se hizo con un bronce en su modalidad predilecta, la contrarreloj (clase 4) tras haber alcanzado un diploma en persecución en pista. Y en ruta no estuvo lejos con su décima plaza.

Y resta la gran sonrisa de los Juegos de París, la esgrimista viguesa Judith Rodríguez. En un emocionante torneo de florete, su arma preferida aunque no en la que más había destacado hasta ahora en silla, logró la medalla de bronce. Y en espada estuvo muy cerca de, al menos, el diploma.

Este reconocimiento, que se le otorga a todos aquellos que acaban en puesto de finalista -ocho primeras plazas-, lo alcanzaron, además de los mentados Saavedra, Ramos y De la Puente, la baloncestista viguesa Vicky Alonso Vilariño -octava con la selección española-, el maratoniano viveirense pero afincado en Vigo Gustavo Nieves -octavo en T12-, el nadador vigués Juan Ferrón (séptimo en 100 mariposa S13) y la piragüista canguesa Araceli Menduiña (cuarta en KL3 200).

Cinco medallas y siete diplomas olímpicos. No te digo que lo superes, pero iguálamelo…

Todas las medallas gallegas y un 12% de las españolas

Los deportistas con relación directa con Vigo ya eran clara mayoría en la representación gallega en los Juegos Paralímpicos de París: diez de catorce. Partiendo de esa base, no extraña tanto, pero sí debe ser valorable, que todas las medallas logradas en la capital francesa se deban a este grupo de avezados vigueses.

Ese peso pleno a nivel gallego se traslada también a nivel estatal. España ha cerrado la cita parisina con 40 medallas, con lo que Vigo y su área aportan más del 12% de las mismas. Y en el caso de los paralímpicos, además, se mitiga la necesidad de emigrar para los entrenamientos que es casi plena en los olímpicos. Así, Susana Rodríguez Gacio, Juan Antonio Saavedra, Judith Rodríguez, Araceli Menduiña, Juan Ferrón y Damián Ramos no han tenido que variar su residencia para preparar los Juegos. Y Gustavo Nieves lo ha hecho por razones profesinales, no deportivas.