Mbappé, un problema de narices

Eurocopa 2024

Pese a estar limitado por su fractura nasal, el nuevo jugador del Madrid representa una amenaza para España

Publicado: 08 jul 2024 - 08:42 Actualizado: 08 jul 2024 - 10:53

El capitán de Francia anotó desde el punto de penalti el único gol propio de su selección en la Eurocopa -los otros dos fueron en propia puerta-.
El capitán de Francia anotó desde el punto de penalti el único gol propio de su selección en la Eurocopa -los otros dos fueron en propia puerta-.

Siempre es muy complicado, sobre todo desde que Leo Messi salió del primer nivel, decir que tal o cuál jugador es el mejor del mundo. Demasiados matices, variables, datos -que siempre se pueden retorcer- y opiniones. Pero en lo que con toda seguridad habrá unanimidad es que Kylian Mbappé estaría siempre entre los mencionados. El Real Madrid ha fichado un futbolista monstruoso, capacitado para cambiar el rumbo de los partidos por sí mismo y últimamente, además, de hacerlo también de la mano del equipo.

La selección española tiene, pues, un problema de narices en la semifinal de la Eurocopa que mañana disputa contra Francia. Por suerte para España, un contratiempo de idéntica catalogación tiene el propio atacante parisino. Y desde el primer día. Porque Mbappé rompió el tabique nasal el día del estreno galo contra Austria, cuando remató de cabeza contra el hombro de Danso. La sangre se mezcló con el sudor, sin llegar a adivinar si brotaba alguna lágrima. Los franceses se temieron lo peor. El nuevo jugador blanco tendrá que pasar por el quirófano al acabar el torneo, pero continuó en él como guerrero enmascarado.

Aquel fue el mejor partido de Mbappé en la cita. Su nivel empeoró desde entonces y aunque es el único galo que marcó en la Eurocopa -los otros dos tantos fueron de sus rivales en propia puerta-, no ha vuelto a ser el mismo. Normal. No debe ser fácil jugar a fútbol con un hueso roto. Tampoco con máscara. “Llega un punto que no ves bien, se te llena de sudor, da mucho calor. Pero no es excusa”, explicaba hace unos días el delantero parisino.

Y aun con todos estos condicionantes, nadie se fía. Que Mbappé esté en el campo significa que en cualquier momento puede marcar la diferencia. Tenga o no el disfraz de Batman. Detenerlo, será una labor colectiva. Para España y para cualquier equipo del mundo. La sanción de Carvajal pone a Jesús Navas en el disparadero para ser titular en el lateral derecho. Como el ex del PSG acostumbra a arrancar desde la izquierda, el sevillano será su par directo sobre el papel. Pero los partidos se juegan sobre el césped. Y ahí, Mbappé se mueve para aparecer en muchos sectores.

La gran novedad para Francia es que mañana será el primer partido en el que pueda pasar descaradamente de tener la iniciativa con balón. España lo quiere y Deschamps no. Todos contentos. A partir de ahí, cada uno explotará sus armas. Si Mbappé no repliega con Navas, el dos contra uno de Lamine y el propio jugador del Sevilla contra Theo Hernández puede ser devastador. Si regresa, estará a 70 metros de la portería cada vez que su selección recupere la pelota. Todo tiene pros y contras. En todo caso, su movilidad y su peligro hacen que las vigilancias defensivas, siempre importantes, pasen a ser ahora capitales. Los centrales y los centrocampistas deben tener siempre un ojo en él. Más, incluso, cuando España tenga la pelota.

Como nuevo capitán de Francia, Mbappé ha puesto siempre al equipo por delante. En el campo y fuera de él, donde también animó a la juventud -con éxito- a frenar a la extrema derecha en su país. “Esperemos seguir orgullosos de llevar esta camiseta el día 7”, dijo. Lo estará. Pero el problema de narices también. Para él y para España.

Luís Campos, la conexión céltica que pronto ampliará

Hasta ahora, que fichó por el Real Madrid, Kylian Mbappé ha hecho toda su carrera en Francia. Se dio a conocer con 18 años en las filas del Mónaco gracias a una memorable actuación en la Liga de Campeones de 2017, cuando colaboró muy activamente a la eliminación del Manchester City. El director deportivo de aquel equipo era Luís Campos, anterior responsable de este área -aunque de forma externa- en el Celta.

Aquella vez fue la primera en la que se dijo que iba a fichar por el club blanco. La operación se dio, aunque se dilató ligeramente en el tiempo. Siete años. En este lapso, compitió en el París Saint-Germain, donde volvió a coincidir con el portugués. Bien sabido es que la relación entre ambos es magnífica, hasta el punto que se suele señalar al de Esposende como su descubridor. Esa conexión es prácticamente la única -y sí, es algo forzada- que el jugador parisino tiene con el Celta, al que, lógicamente, nunca se ha enfrentado en sus 25 años de vida.

Pronto cambiará ese dato. El calendario ha querido que el Real Madrid visite Balaídos el próximo 20 de octubre. Si no hay novedad, será la primera vez que el equipo vigués y el astro francés se enfrenten. El choque de la segunda vuelta, en el Bernabéu, está programado para el 4 de mayo.

Hay una última situación que liga de forma algo remota a Mbappé con el Celta. El nuevo delantero del Madrid se enfrentó a Iago Aspas una vez. Aunque no directamente. Sucedió en un Francia-España amistoso, el 28 de marzo de 2017. El entonces jugador del Mónaco fue titular y lo relevaron en el minuto 65. El morracense entró desde el banquillo en el 84. La ‘Roja’ ganó 0-2 en Saint Denis.

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