El Madrid obró otro milagro

LIGA DE CAMPEONES

El francés marcó en la prórroga el gol que permite al Real Madrid meterse en otras semifinales tras un partido ante el Chelsea en el que llegó a ir perdiendo 0-3

Roberto Morales

Publicado: 13 abr 2022 - 00:02 Actualizado: 13 abr 2022 - 11:58

Benzema celebra su gol en la prórroga que evitó el descalabro del Real Madrid en el Bernabéu.
Benzema celebra su gol en la prórroga que evitó el descalabro del Real Madrid en el Bernabéu.

Con una nueva dosis de sufrimiento, tras tirar por tierra su ventaja de dos tantos de Londres en una noche aciaga y a la heroica cuando de nuevo lo vio todo perdido, el Real Madrid firmó ayer su clasificación para las semifinales de Liga de Campeones en la prórroga, con un tanto, cómo no, de Karim Benzema. Diez semifinales en las doce últimas ediciones del torneo son la demostración de un poderío incontestable, un gen que aparece en esos momentos claves que deciden duelos de grandeza. Una capacidad de levantarse única cuando todo parece perdido. Nadie le podrá discutir el mérito al Real Madrid de su camino, como tampoco el sufrimiento extremo. De una noche mágica para bajar a la tierra al PSG, a una repleta de incertidumbre de un equipo que jugó sin defensa y eliminó al vigente campeón.

Tanta muestra de respeto previa. Tanta advertencia de sufrimiento, provocó que los jugadores saltasen atenazados al campo. Sin balón, con un repliegue excesivo. Obligado por el empuje de un Chelsea, al que sólo le quedaba la baza de arriesgar, a jugar a lo que no sabe un Real Madrid atemorizado.

No disparó a puerta el Real Madrid en toda la primera mitad y su ventaja de la ida desapareció en 51 minutos. Otro descuido ante un jugador al que nunca debes dejar libre en una acción a balón parado. De un córner que no era, Rüdiger remató de cabeza a placer para instalar el miedo en un Bernabéu tan apagado como su equipo. La ventaja se había esfumado. A continuación, un error de Mendy acababa con un derechazo de Marcos Alonso a la escuadra, anulado desde el VAR por una mano. No fue anulado poco después el de Werner.

La debacle se respiraba. Pero en uno de esos pases registrados por Modric, con el exterior del pie, a espaldas de la defensa, apareció Rodrygo. Se llegó a la prórroga y una vez allí, Benzema, de cabeza como en Londres, firmó el milagro.

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