Ser o no ser europeo en Atenas

La idea es afrontar el partido como si todo dependiese de su resultado. El Celta, deudor en jornadas previas de la fase de grupos de la Liga Europa con dos empates en casa ante Ajax y Standard, se ve abocado hoy en Atenas ante el Panathinaikos a una última jornada decisiva para agarrar la segunda plaza que da acceso a los dieciseisavos de final sin depender de sí mismo y con el conjunto belga

–su rival directo en esta pelea, con el equipo holandés ya campeón de grupo y el griego ya eliminado– partiendo con la ligera ventaja de un gol en el "gol-average" general, ya que el particular está igualado.

Las posibilidades son múltiples y el Celta puede clasificarse incluso perdiendo y puede quedar fuera incluso ganando. Siempre logrará el pase si mejora lo que haga el Standard ante el Ajax –si empata y los belgas pierden o si gana y los belgas no lo hacen– pero la cuestión se complica cuando hay que recontar goles. Por eso, la premisa esta noche no es sólo ganar, sino hacerlo por el mayor número de goles posible, ya que el pase podría no depender sólo de la diferencia de goles con el rival, sino incluso del número de goles marcados fuera de casa.

La plantilla celeste se ha alejado de las cábalas. Su técnico, Eduardo Berizzo, recibió ayer la buena noticia del alta médica de Radoja y tirará del equipo que él considera de gala, aunque con la sensible baja por sanción de Iago Aspas. Con Rubén confirmado en portería, la defensa la formarían Mallo, Cabral, Roncaglia y Jonny y arriba jugarían el recuperado Orellana, Guidetti y el enrachado Bongonda. En el centro del campo, son fijos Tucu Hernández y Wass y para la otra plaza opositan Marcelo Díaz y el mentado Radoja, con más papeletas para el primero por la necesidad de generar mucho juego ofensivo y por los problemas físicos que tuvieron al serbio tocado hasta ayer.

En el Panathinaikos, el técnico recién llegado Marinos Ouzounidis quiere ver a sus jugadores y, con el equipo ya eliminado, no convocó al delantero Berg ni al centrocampista Ledesma. Eso sí, a los helenos les vendría bien un triunfo para ir purgando penas con su afición.n