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La celebración fue de las grandes. Igual que el golpe recibido. Para uno y para otro. Suele suceder cuando un partido se decide en el tiempo de descuento, en este caso el minuto 94. Pero todavía más cuando el gol en cuestión es en propia meta por un error de uno de los porteros. La cuestión es que el necesitado Juvenil de Ponteareas rompió anoche la racha de 17 partidos invicto del Rápido de Bouzas. Fue en el complejo deportivo de Ponteareas tras un duelo de conjunto cercanos en lo geográfico pero lejanos en lo clasificatorio.
Es obvio que 94 minutos de fútbol no se pueden resumir en apenas 10 segundos. Pero sí se pueden sustanciar en este mínimo tiempo. Fue como un duelo a distancia. El veterano Yahvé Prieto se acercó a realizar un saque de esquina con maestría, cerrando el lanzamiento con su pierna derecha. El balón se acercó raudo hacia la meta de Álex Vila, quien pudo despejarse pero dudó en cómo. Y en esa duda estuvo su pecado, porque el balón tocó en sus manos antes de acabar en el fondo de la portería.
Las carreras desde la banda del banquillo local casi al completo hacia el punto donde se enconraba Yahvé daban cuenta del sufrimiento que tuvo que vivir el Juvenil, ese equipo asediados por partidos aplazados. Porque el Rápido de Bouzas de David de Dios se ha acostumbrado a moverse en la zona alta de la clasificación y, sobre todo, se ha desacostumbrado a perder. Lo que habla de su innata solidez. Sin embargo, anoche no estuvo fino en la resolución y acabó pagándolo con una derrota del todo inesperada.
Este marcador saca al Juvenil de los puestos de descenso, aunque con Choco y Sofán por debajo con menos partidos jugados. Y el Rápido de Bouzas se mantiene en la cuarta plaza.
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