Un punto irreductible

Fútbol | Segunda Federación

El Coruxo rescató un empate contra el Ávila en un partido en el que no estuvo brillante, pero sí corajudo en la segunda parte para elevar la racha de partidos sin perder a cinco

Xabi Sola trata de dejar atrás al visitante Babacar.
Xabi Sola trata de dejar atrás al visitante Babacar. | JV Landín

El Coruxo empató ayer con el Ávila en O Vao y no pudo lograr la quinta victoria consecutiva. Tampoco realizó un gran partido el equipo verde, que empezó algo desconectado del juego y encajó pronto. Pero poder competir los días que no estás bien es oro en el fútbol y los pupilos de Javi Pereira así lo hicieron en una segunda parte de arreones furiosos que trajo la igualada en el minuto 79, con un penalti de Añón. Faltó la remontada.

Ya sea por la presión de mantener la dinámica ganadora o porque cada partido que ganas te acerca más a la derrota, pero lo cierto es que la entrada al partido de los locales fue deficitaria. El mecanismo de incrustar a Carlos Alonso entre centrales en la fase defensiva no terminaba de salir fluido. Así, Gonzalo Serrano avisó de lo que iba a venir cuando le robó la cartera a Álvaro, demasiado pasivo en la salida de balón, para progresar y acabar rematando al suelo.

A la siguiente que tuvo, el punta del Ávila no falló. Aprovechó el hueco en la zona central de la zaga para tirar un gran desmarque, recibir un pase en profundidad y definir con toda tranquilidad ante Esteban Ruiz Díaz. Solo habían pasado 7 minutos y tocaba remar contra corriente.

Había que reaccionar. Pero no hubo manera. El poderío físico de los jugadores visitantes maniató a Guille Pinín en el medio y ni Javi González, ni Gandarillas, ni Sola podían cabalgar. El atasco era monumental y mientras los minutos pasaban, los castellanos se hacían fuertes.

Pasada la media hora de partido en el campo playero, la intensidad abulense pareció bajar un punto. Desde luego, Gandarillas empezó a entrar más en juego y de sus caracoleos e intentonas, el Coruxo ganó metros. Pudo marcar el extremo cántabro cuando recibió una preciosa dejada de tacón de Guille Pinín dentro del área. El jugador montañés metió el interior de la bota izquierda, pero la pelota no le cogió rosca y marchó fuera por poco. Inmediatamente después, su compinche Javi González protagonizó una acción marca de la casa con arrancada hacia la frontal y disparo con la zurda. También se fue por un palmo.

No es que el fútbol del Coruxo hubiera subido muchos enteros, pero, al menos, fue capaz de producir alguna ocasión frente a la portería abulense. Esperanza para la segunda mitad. Javi Pereira movió el banquillo tras el paso por los vestuarios. Juan Rodríguez ingresó al terreno de juego en sustitución de Álvaro, algo desafortunado. Central por central y poco más.

Sin cambios en lo táctico, lo que tampoco mudó fue la inercia positiva del Coruxo, que igualaba el partido a arreones dentro del poco control. En un balón recogido en el medio, Gandarillas avanzó metros y chutó. La pelota se fue fuera por poco. Samu González seguía sin hacer una sola parada, pero algo había distinto en el aire marinero de O Vao. El equipo verde siguió empujando y creando ocasiones. Un cabezazo de Naveira y un centro envenenado de Gandarillas que tocó el larguero por arriba. Javi Pereira movió el banquillo con Añón y Roque. El dominio local era cada vez mayor y el meta visitante entró en acción para blocar un tiro lejano de Pinín y otro de Juan Rodríguez. Sin apuros. Con alguno más tuvo que repeler Samu otro tiro del central, en este caso de falta directa, para obtener un córner sin consecuencias.

Pero como el que la sigue, la consigue, el Coruxo encontró por fin el premio a su insistencia. Un balón suelto en el área lo remató Añón y, en medio de la montonera, surgió una mano visitante. Penalti. El propio atacante larachés asumió la responsabilidad y marcó con una ejecución perfecta.

Quedaban 10 minutos y la inercia hacía pensar en que la remontada era posible. Sin embargo, el Ávila reaccionó. El equipo visitante se pasó muchos minutos especulando y tuvo que encajar un gol para demostrar que sabe irse arriba. El partido se abrió y Ruiz Díaz emergió con algunas buenas paradas. Los de verde la tuvieron ya en el descuento con un cabezazo desviado de Roque a una falta lateral de Naveira. Pero el resultado ya no se movió. No cayó la quinta victoria consecutiva, pero el Coruxo se mantiene invicto en ese lapso de tiempo gracias a este punto irreductible.

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