Una plusmarca bipersonal para la Vig-Bay

Son números. Cifras. El atletismo las tiene en todas las facetas. Es un deporte que pelea contra el tiempo, el propio y el de otro, que se basa en ritmos y en el que se cuentan las zancadas con la frecuencia. Se analizan las pulsaciones, incluso el número de respiraciones, la longitud del paso… Todo es medible y, como no puede ser de otra forma, también lo es la participación en una carrera como la Vig-Bay, la media maratón hegemónica en Galicia y que pelea por ser el evento con más atletas del panorama autonómico. Un debate que puede decantarlo las categorías inferiores. No obstante, en adultos, es la reina.

Y un poco más en 2025 porque la cita alcanzó su vigésimo quinto cumpleaños -nació en el 2000- con la vigésimo cuarta edición, que llevó a 5.725 atletas a la línea de llegada situada en Baiona. En esa recta que desemboca en el Parque da Palma se registró una plusmarca personal del evento para superar en mil personas las congregadas hace una década (4.785).

Eso sí, hay un matiz, notable y que es preciso determinar, como si fueran las décimas en un empate de tiempo. El récord de 2025 es bipersonal, fruto de la suma de las dos distancias que forman parte del actual evento porque en 2022, tras la pandemia, la organización añadió la distancia de 10,5 kilómetros al menú deportivo. Un total de 1.185 corredores terminaron ayer esta distancia, diseñada para ser cantera de la larga o para acoger a aquellos atletas a los que los 21.097,5 metros se le hacen demasiado largos. Así, la prueba original contó con 4.504 deportistas, a los que es preciso añadir 36 participantes en la modalidad de vehículo adaptado, que arrancó un cuarto de hora antes.

Estos números indican que la prueba de ayer se quedó cerca de batir la plusmarca de hace una década. En 2015, en el menú de la Vig-Bay únicamente se encontraba la maratón y ese año la terminaron 4.785 deportistas. Una cifra superada ayer en lo global, pero no en lo específico. Un reto que tiene la organización para los próximos años, aunque es una desafío realmente complicado de conseguir.

El incremento llega por los debutantes y, sobre todo, por el crecimiento del número de mujeres

En la estadística histórica, sin los participantes de la prueba corta, la Vig-Bay celebrada ayer sería la tercera del ránking y la que reunió a más atletas de los últimos diez años. Aquel crecimiento casi uniforme hasta 2015 se convirtió después en una bajada paulatina, con 2023 como la ‘peor’ edición en un evento que ya tenía distancia Mini Bay. El total se quedó en 3.437 personas con 2.852 corredores en la meta de la media maratón. Dos años después, se supera el doble de participación y el grueso de atletas en la distancia original vuelve a números desconocidos. Por delante de la prueba recién terminada está la mencionada de 2015 y el año anterior, con 4.621 personas en la línea de llegada.

Una de las claves del cambio de tendencia está en la renovación de los atletas y en la incorporación de la mujer. Así se plasmó en el número de inscritos porque, por primera vez desde la séptima edición, la cifra de nuevos anotados en la media maratón superó el 47,7%. En los años de récord, se quedó en el 46,1 y el 45,9.

Aunque, sobre todo, el incremento de guarismos está determinado por las incorporación de las mujeres. Según las incripciones, un total de 23,69% de atletas eran féminas y hace una década, en los mejores años, se limitaba al 12,61 y el 13,66%. Porcentajes que, seguramente, se incrementarán en los próximos años porque en la Mini Bay hubo más mujeres que hombres.

Finalmente, una vez afrontado el recorrido, al parque da Palma llegaron 1.056 féminas. Récord absoluto y que supone un porcentaje de 23,4%, muy similar a las inscripciones y que redunda en el hecho de que el crecimiento de la Vig-Bay pasa por la juventud y por las mujeres. Así se muestra en la evolución de los últimos años y, en especial, en lo vivido en un 2025 que superó desde hace semanas todas las previsiones.