Multiusos y con vocación deportiva

Adaptarse a los nuevos tiempos. Sacrificio, sudor, disciplina... Son palabras que se encuentran en el diccionario de la viguesa Marta Domínguez. No contenta con finalizar en 2024 sus estudios de Máster universitarios en Pontevedra y forjarse una prolífica carrera en el mundo del squash, añade ahora más cosas a la mochila. Una de ellas, un curso de entrenadora de fútbol por un posible futuro ligado siempre al deporte. La otra, un C1 de inglés, también tarea complicada. Domínguez se convierte así en un multiusos que, aunque abarque muchas cosas, todas las hace bien. Como dentro de la pista. Pero todo ello tiene un objetivo fijado en el calendario: el verano de 2028. El squash fue designado deporte olímpico para Los Ángeles y su vocación es pelear hasta el final por su presencia en esa cita. También es su sueño, no lo esconde. Pero paso a paso.

“Cuando me enteré de que el squash iba a ser olímpico, me levanté con una sonrisa en la cara. Se me notó en todo el entrenamiento”, apuntó Domínguez, que una vez liberada de sus estudios universitarios, suma más carga a su meticulosa preparación: “Ahora me permito trabajar más, recuperar mejor y hacerlo todo sin estrés”. Curioso matizar la posibilidad de relajación cuando, además de entrenar para encontrarse entre las mejores jugadoras del mundo en su deporte, “me gustaría preparar unas oposiciones, pero ahora no lo veo factible. Estoy realizando un curso para ser entrenadora de fútbol gracias a Xisela Aranda (exjugadora de squash y consejera de As Celtas) y estoy preparando el C1 de inglés”. 

Los criterios olímpicos aún no están del todo definidos, aunque la viguesa indica que serán 32 las jugadoras seleccionadas por ranking. Ella, actualmente en el puesto 58, considera que, salvo hecatombe, sí estará en la cita americana al estar limitadas las plazas a dos por país y encontrarse muchas egipcias e inglesas por delante de ella. Además, es la número 1 en España: “Es un sueño, pero antes no podía tenerlo en la cabeza porque nunca hubiese imaginado que llegaría a ser olímpico”. La cita se celebrará cuando Domínguez tenga 27 años, un momento “perfecto. No podría cuadrar mejor. Tendré más experiencia y más madurez”. Aventurarse a por una medalla es osado. Por ello, prefiere acudir sin presión. “Estarán las mejores del mundo, así que ir ya es una victoria”, dijo. 

Sin embargo, Domínguez se centra en el corto plazo. Lo primero, revalidar el Campeonato de España el próximo 8 de febrero en Barcelona, con la ayuda de su familia, que viajará a la ciudad condal. “Me hace mucha ilusión que me vean jugar. No muchas veces es posible”, aseguró. Enfrente tendrá a una dura rival como Cristina Gómez, recuperada ya de su lesión: “Llevo ya dos ganados, pero para mí es el objetivo número 1 este año. Aunque los Juegos Olímpicos estén siempre en mi mente”. Después, otros retos anuales será participar en el Campeonato del Mundo e ir definiendo su calendario,en el que de momento solo se encuentra el torneo nacional: “Seguramente acudiré en marzo a Australia y Nueva Zelanda y luego estoy pensando en ir a Alemania”. Pero para ello, queda mucho sacrificio por delante, compaginar deporte, estudios y viajes. “El año pasado lo pasé un poco mal porque hubo algún mes donde estuve 15 días fuera de casa”, señaló Domínguez.

"En Galicia aumentaron las ayudas y su apuesta"

El deporte del squash avanzó mucho tras la designación como olímpico. Eso se nota en las ayudas económicas a los jugadores de alto nivel. “Desde que se anunció que iba a ser olímpico, las ayudas son mayores”, aseguró Domínguez, que no esconde la dificultad para que administraciones y patrocinadores apuesten ante un “deporte minoritario. Tenemos que tener en cuenta eso”. Sin embargo, en cada comunidad se fijan diferentes cuantías para que deportistas de deportes menos conocidos puedan desarrollar una carrera fructífera y alcanzar títulos sin que los recursos económicos sean un problema: “En Galicia aumentaron las ayudas y su apuesta. Es de agradecer, porque en otros sitios no hicieron lo mismo. Por esa parte, tengo mucha suerte". 

Por tanto, Marta Domínguez sigue afincada en Pontevedra, en el mismo centro de trabajo y, para elevar el nivel de los entrenamientos, ha sumado un nuevo integrante a su staff personal para la preparación física: “Estoy muy contenta con ellos. No me voy a cambiar, porque ahora le doy más importancia a la parte del gimnasio. Mínimo, 3 días a la semana”.

El reconocimiento del squash, al alza

Uno de los problemas con los que se encontró Marta Domínguez al comenzar a practicar el squash fue el poco (o nulo) conocimiento por parte de la sociedad y de las administraciones. Poco a poco, y gracias a su labor divulgativa, en Vigo y provincia sí se habla de squash, se puede ubicar el deporte que es y cómo se practica. “Todavía hay algunos que lo confunden con el pádel, pero no tiene nada que ver. Es mucho menos exigente y, en los últimos años, se ha puesto muy de moda. Espero que lo haga el squash”, señaló. La viguesa acude de forma esporádica a diferentes colegios e institutos a enseñar los valores su deporte y “noto que en los dos últimos años la gente lo conoce más. Eso para mí es muy satisfactorio”. 

Ahora, a raíz de ser olímpico y poder salir en televisión, la sociedad “podrá saber cómo se juega. Creo que es básico que se conozca este deporte, y que esté en los Juegos Olímpicos es un salto muy grande”. No será para siempre, tras Los Ángeles, el squash desaparecerá del calendario olímpico. Una presencia fugaz pero necesaria para las ilusiones de Marta Domínguez.