Melania Rodríguez y un cariño multidisciplinar
Gimnasia | Trampolín
El oro mundial de la ponteareana congregó la admiración y el reconocimiento de deportistas de otras modalidades como Marta Domínguez, Lucía Rodríguez o Frank Casañas
No es necesario ser un especialista en gimnasia trampolín para admirar lo que hace Melania Rodríguez. Su disciplina tiene algo hipnótico, atrayente, enigmático. Es imposible que los ojos no se fijen en la pantalla cuando entra en acción en el mini tramp, su especialidad, de la que ya es bicampeona del mundo. Esa cabalgada a máxima velocidad que precede a la explosión de un primer salto revoloteador y un segundo en forma de vuelo sin motor antes de clavar el aterrizaje. Una montaña rusa. En lo físico, en lo mental y en lo emocional. Seguramente por eso, varios deportistas del área viguesa -y de todas partes- vibraron con el oro mundial -además del bronce por equipos- de la pontearana la pasada semana en Pamplona, que congrega a su alrededor enormes dosis de admiración por la gimnasta y toneladas de cariño hacia la persona.
“Es una tía súper maja y muy agradable”, se apresura a apuntar Marta Domínguez, la mejor jugadora de squash que hay en España. La viguesa sabía de los logros de la ponteareana desde hacía tiempo, pero no la conoció personalmente hasta los pasados World Games de Chengdu. Allí, en la localidad china, en pleno agosto, ambas se encontraron de frente en la ceremonia de inauguración del evento para disciplinas no olímpicas. Y la conexión fue inmediata. “Fue como si nos conociéramos de toda la vida”, recuerda la jugadora olívica, que revive una de las conversaciones que ambas compartieron antes de empezar una competición que trajo a Melania un récord del mundo. No fue casualidad. “Ella lo tenía claro. Ya me dijo que iba a por ese salto que no había hecho nadie nunca porque quería ese récord”, rememora Marta, que, lógicamente, le consultó si no podría optar a ganar con un ejercicio de menor dificultad y más seguro. “Sí, pero me da igual. Mi objetivo es el récord antes que el oro”, le contestó la gimnasta de O Condado. Fue una premonición. Rodríguez falló en el camino hacia la final, pero se rehizo en la lucha por el tercer y cuarto puesto clavando la ya inolvidable pirueta baraní triple carpada. Una dificultad de 8.9 que le dio la estratosférica puntuación de 26.900 y con ella, la medalla de bronce de la cita asiática. El mejor salto de la historia.
“Si consigue todas estas cosas es por su mentalidad; se lo merece y me alegro mucho por ella”
“Fue lo que más me sorprendió. Pensé que eso sí que era valentía y afán de superación. Podría haber sido campeona de los Word Games, pero no se quiso conformar”, explica Marta, llena de admiración. “Imagino que le habrá quedado la espinita de no llevarse el oro en China, así que me alegro mucho de que lo haya logrado en el Mundial”, añade la viguesa, también bronce en China.
Igual que hizo la propia Domínguez, multitud de personas mostraron su alegría y reconocimiento hacia la campeona del mundo a través de las redes sociales. Entre ellas, numerosos deportistas de todas partes. Lejanas y cercanas. Como Lucía Rodríguez, salvaterrense e, igual que la reina del mini tramp, vecina de O Condado.
Otro de los admiradores de Rodríguez llegados de otras disciplinas es Frank Casañas. El ya exdiscóbolo hispano-cubano, ejerce actualmente de entrenador y coincide muchas veces con Melania en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva. Es decir, conoce perfectamente cómo la campeona del mundo esculpe los cimientos de su éxito entre bambalinas. “Me gusta mucho verla”, enfatiza sobre el día a día de la gimnasta de Ponteareas. “Está siempre muy segura de lo que hace, se nota que disfruta de esos momentos. Es una mavilla verla competir. Un espectáculo”, añade Casañas sobre la actuación de su compañera de centro en la recién finalizada cita global de Pamplona.
“Está siempre muy segura de lo que hace y se nota que disfruta; es una maravilla verla competir”
Pese a contar con solo 24 años, Melania hace tiempo que inició su camino como entrenadora. “Sabe liderar. Sabe llevar un grupo hacia adelante”, proclama el técnico hispano-cubano, acostumbrado a forjar talento en su día a día. El compendio de ambas facetas extrae lo mejor de Rodríguez. Cuando enseña, pero también cuando compite. “Ella es lo que más desea un preparador: tener a alguien al mando de su grupo para llevarlo por el buen camino. Tiene esa chispa que le transmite a los demás atletas. Esa rabia que hace que uno se crezca”, enfatiza.
Pero los elogios hacia la gimnasta parecen quedarse cortos cuando la reflexión se dedica a la persona. “Es una chica que sabe llegarle a los demás”, subraya Frank, con el cariño evidente que se tiene por alguien que comparte pasión y enfoque hacia el deporte."Tengo la suerte de encontrarme con ella frecuentemente y da gusto", reconoce el maestro de los lanzamientos.
Así lo siente también Marta Domínguez. Pese a haberla conocido hace unos meses, la jugadora de squash viguesa admira a Melania y empatiza con la pérdida de Pablo Hinojar, su técnico, que falleció el 26 de octubre de 2024. “Sé que su entrenador se murió hace un año. No lo conocí, pero me pongo en su piel y debió ser un palo durísimo. Lo compartimos todo con ellos. Sé que se lo dedicó a él y por esa parte también me alegro”, resume Marta, que ensalza la resiliencia que ha tenido la ponteareana para levantarse y seguir adelante, rumbo al éxito. “Habla mucho de cómo es ella. Si consigue todas estas cosas es por su mentalidad. Se lo merece y me alegro muchísimo por ella”, concluye Marta como portavoz de un cariño multidisciplinar.
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