Guardés y Porriño, en un momento dulce

Balonmano

Tanto el Guardés como el Porriño llegan al parón con una trayectoria destacada

Publicado: 18 nov 2024 - 10:00 Actualizado: 13 dic 2024 - 20:13

El conjunto miñoto y el louriñés no se medirán en Liga hasta después del parón por el Europeo.
El conjunto miñoto y el louriñés no se medirán en Liga hasta después del parón por el Europeo.

Tanto Guardés como Porriño acumulan más de una década en la élite femenina del balonmano. Un lapso en el que ambos han logrado clasificaciones para competiciones continentales y el equipo miñoto ha ganado un título de Liga y disputado una final de Copa de la Reina y otra de Copa Europea. Son datos que representan por sí mismos el prolongado estado de buena salud de ambas entidades y, por extensión, del área viguesa. Eso se mantiene en el momento presente. Tanto es así que las guardesas marchan segundas con un partido menos y las louriñesas, pese al pinchazo del pasado sábado, están quintas y clasificadas para los octavos de final en Europa. Nada mal.

El éxito en A Sangriña ha llegado en base a una vuelta al origen. El experimento de Cristina Cabeza salió mal en todos los aspectos. También en el deportivo. La apuesta de jugar a tanteadores altos era contra natura en un club que fue campeón de Liga jugando a menos de 25 goles. El ideario de José Ignacio Prades, mejor entrenador de la historia de la entidad, lo ha heredado Ana Seabra, que ya cogió al equipo con éxito tras las destituciones de la propia Cabeza y, el año anterior, de Abel González. La portuguesa llevó al Guardés a ser subcampeón de la Copa Europea entonces y a semifinales de Copa de la Reina el año pasado. En el presente curso, como primera de a bordo desde el principio, ganó los siete primeros encuentros amparada en una defensa granítica, una colosal Míriam Sempere en la portería, dos extremos voladoras como Ania Ramos y Elena Amores y una clarividente Ceci Cacheda en la dirección. El credo de Prades vuelve a estar vigente: el único partido perdido por las miñotas fue también el único en el que encajó más de 25 goles -26-27- ante Bera Bera-. No en vano, el Guardés es el equipo menos goleado de la Liga.

El Porriño, por su parte, encuentra la fuerza en el edificio que ha construido Isma Martínez estos años. Con paciencia, el equipo louriñés no ha parado de crecer. De ese modo logró el año pasado el billete para la Copa Europea, en la que sigue viva. Todo en base a un grupo muy consolidado. Este verano solo perdió a Carmen Prelchi y a Carme Castro, además de Thais Fermo, que venía de una larga lesión. En su lugar incorporó a Katia Zhukova, Dani Moreno y Lucía Laguna. El resto, las mismas. Y ni siquiera eso. Porque todas han ido mejorando año a año. Reseñable es la subida de nivel de Aitana Santomé y de Maider Barros, que las ha convertido en internacionales. Mismo caso de una jugadora tan diferencial como Paulina Buforn, encantada de seguir en Porriño. Por algo será. Se nota que es un momento dulce.

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