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La undécima de la temporada no fue una victoria sencilla, ya que no se consolidó hasta la segunda parte. Pero tampoco enormemente sufrida, como para no permitir que las juveniles María Español y Melina Rodríguez, la una con un gol y la otra entre palos, tuviesen su momento en pista para sentirse parte de un equipo que se va a la Navidad siendo sólido pese a la adversidad. Porque ayer también regresó a A Sangriña África Sempere, que ha acudido al rescate tras la lesión de la ayer añorada Cristina Cifuentes. La pérdida de efectivos, con el adiós oficializado esta semana de Anouk Nieuweenweg, no parece hacer mella en el grupo de Ana Seabra, que cierra la primera vuelta con una sola derrota.
A nadie se le escapa que el Morvedre debía ser un rival asequible ante el Guardés, ya que llegaba a A Sangriña penúltimo y con sólo dos victorias que echarse a la boca, coleccionando derrotas en todas sus salidas. Pero el comienzo del duelo fue todo lo contrario. Un solitario tanto de las locales en los primeros diez minutos dejó un marcador de 1-4 que obligaba a reaccionar. Lo ha hecho el equipo del Baixo Miño tantas veces que no se duda de esa capacidad, aunque tentar tanto a la suerte no suele ser bueno. Hubo que tirar de defensa para secar el ataque visitante y retomar el mando con un 7-1 de parcial hasta el 8-5. Pero, visto lo visto, el 9-6 del descanso no daba todavía una tranquilidad plena porque los errores propios habían sido demasiados como para dejarlos en el olvido.
Hizo bien en ser precavido el aficionado guardés porque el Morvedre volvió a ponerse a un solo gol (10-9), en otra salida de vestuario pobre de las de Seabra. El 14-13, mediada la segunda mitad, fue el último gran susto. A partir de ahí, las locales por fin fueron capaces de administrar rentas que, sin ser definitivas, sí le permitieron acercarse al final sin grandes agobios para la grada.
La defensa, una vez más, fue la clave para el Guardés. Que ahora tendrá un pequeño respiro antes de afrontar un arranque de año estresante entre la Liga, la Copa Europea y la Copa de la Reina.
Mecalia Atlético Guardés (9+11): Amandine Balzinc (p.), María Sancha (3), María Palomo (3), Blazka Hauptman (1), Ariana Portillo (2), Lorena Téllez (2), Carme Castro (1) -siete inicial-, África Sempere, Sabina Mínguez (p.) Jazmín Mendoza (2), Cecilia Cacheda (1), Rosane Serrano (1), Elena Martínez (1), Ania Ramos (2), María Español (1) y Melina Rodríguez (p.).
Balonmano Morvedre (6+10): María Pérez (2), Törok (3), Cuadrado (p.), Cunyà (2), Català, Palanques, Claramonte (2) -siete inicial-, Masseu, El Jellabi, Rebeca López (5), Santos (p.), Gámez, Julve (2) y Zálvez.
Parciales: 1-2, 1-4, 3-4, 6-5, 9-6, 10-9 (descanso), 13-11, 13-12, 15-13, 18-14, 20-16.
Árbitros: Abel Juncal y Ángel Mateos. Excluyeron a Blazka Hauptman, Ania Ramos, María Palomo y Jazmín Lucero; y María Pérez.
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