El Guardés fue un alud

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La eficacia ofensiva de las del Baixo Miño desde el inicio arrasó al Granollers en A Sangriña

redacción. VIGO deportesad@atlantico.net

Publicado: 15 oct 2015 - 12:29 Actualizado: 16 oct 2015 - 12:28

La internacional Haridian Rodríguez fue una de las jugadoras locales más efectivas con siete goles.
La internacional Haridian Rodríguez fue una de las jugadoras locales más efectivas con siete goles.

El Mecalia Atlético Guardés entró en tromba ayer al partido ante el Granollers y el conjunto catalán no fue capaz de sobrevivir al alud. Las del Baixo Miño, sabedoras del cargado calendario próximo con los dos partidos de la eliminatoria de la Recopa de Europa este fin de semana, quisieron solventar el encuentro liguero adelantado por la vía rápida y lo consiguieron.

Por si quedaba alguna duda sobre la puesta a punto de un equipo corto de efectivos y que ayer volvió a echar mano de sus categorías base, los dos primeros goles llegaron en poco más de un minuto de la mano de las dos jugadoras más cargadas de minutos en los últimos días, las internacionales Naiara Egozkue y Haridian Rodríguez. De hecho, ambas acabarían siendo las máximas realizadoras de un equipo que ayer, lejos de apostar por su habitual solidez defensiva –que también–, disfrutó atacando con enorme solvencia.

En el minuto 5, con un 6-1 en el marcador, el Granollers se vio obligado a pedir un primer tiempo muerto que de poco o nada sirvió. A los once minutos, ocho goles de diferencia para las de Manu Etayo, desatadas (11-3). Tendencia que no varió y que a los 21 minutos dejó el partido prácticamente decidido (17-6, con gol, cómo no, de Egozkue). Con esa misma renta se llegó al descanso (22-11).

El objetivo inicial, de decidir el choque lo más rápido posible, estaba conseguido y Manu Etayo pudo empezar a repartir minutos para resguardar a sus mejores jugadoras de cara al fin de semana. Ahí aparecieron las jóvenes canteranas, que se sumaron a la fiesta de un encuentro que mantuvo las diferencias en el marcador sobre esos once o doce goles hasta los últimos 15 minutos.

A partir de ahí, lejos de haber relajación, el Guardés siguió aumentando la renta mientras la grada celebraba con algarabía las paradas de la canterana Maura Fernández. A Sangriña quiere disfrutar también de sus jugadoras de la base cuando es posible.

Un gol de Marta Pombal a falta de cinco minutos puso la máxima diferencia en el marcador (34-18). Y el final del partido llegó con una ventaja más que contundente de 14 goles (35-21).

El Guardés, por lo tanto, logró la victoria que quería y cómo quería. Ahora, cita con la historia para intentar pasar la ronda europea ante el Bnei Hertzeliya israelí.n

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