"Estoy en la edad de tirar para arriba o para abajo, en transición"
Lautaro de León, delantero del Celta B
Tiene Lautaro de León (Montevideo, 2001) fe en el trabajo. Aun sabedor de que no garantiza el éxito, sí es consciente de que es condición indispensable. Por eso vive feliz el presente del filial del Celta pensando en un futuro con el primer equipo.
El equipo está en periodo de crecimiento, ¿con algún techo?
Estamos en una dinámica positiva y la gente joven como nosotros siempre queremos más y más. Somos muy ambiciosos. Una vez asegurada casi matemáticamente la permanencia, ya buscamos meternos en zona de play-off y que nadie nos saque de ahí.
En esta evolución del objetivo, ¿se puede plantear incluso el ascenso directo?
Empezamos un poco con la idea de la permanencia porque era una categoría nueva y con grandes equipos. Pero conforme han ido pasando los partidos y las semanas, ya vemos que tenemos que pelear por todo. Si podemos quedar primeros, iremos a por el primer puesto, pero sabiendo que los de detrás aprietan y que cualquier rival te lo puede poner complicado.
¿Cuál puede ser la clave: continuidad de una base de jugadores, del entrenador, acierto en los fichajes…?
La clave de todo es el grupo. Somos un grupo muy unido y si un compañero falla en una acción del juego, otro o incluso dos van a ir a ayudarle. La gente que está aquí desde hace tiempo como puedo ser yo, Gabri, Iker o Miguel se complementa con los que vienen de fuera, que también ponen todo de su parte para que nos vaya bien.
Esa unidad, sobre todo, es más difícil mantenerla cuando no te toca jugar y a usted le ha tocado por momentos.
Puedes estar jorobado por tu situación personal, pero tienes que anteponer el equipo a todo. Si en algún momento no me toca jugar, poner la mejor cara y trabajar para que aumente la competitividad interna.
Es decir, que es importante para jugadores como Miguel o Fabricio que usted apriete.
Si te relajas, lo peor va a ser para ti. Uno tiene que trabajar por el equipo y por uno mismo, tiene que ser listo. Si yo estoy a mi mejor nivel, sé que los demás delanteros también lo van a estar. Y que al final juegue el mejor.
¿Qué balance hace de su temporada tras un buen inicio y esa lesión que lo frenó un poco?
Tuve ese parón de la lesión y fue un poco mazazo porque me encontraba bien, con confianza. No voy a decir que volaba pero estaba muy bien. Fueron dos meses y medio, casi tres, duros de recuperación de la rotura de un par de centímetros del adductor largo. Una rehabilitación que no te permitía hacer mucho. Fue jodidillo porque tocaba también un poco el pubis. Pero ahora, tranquilidad, paciencia y trabajo.
Y justo después de ese partido suyo contra el Real Unión con dos goles y una gran actuación.
Sí, en sensaciones generales fue un partido inolvidable. Nunca había metido un doblete con el Celta B y tuve la suerte de poder hacerlo. Pero justo al día siguiente, en el entrenamiento, vino la lesión.
Una lección de que el deporte te pone arriba y abajo en muy poco espacio de tiempo.
Claro, tienes que ser constante en lo que haces. Si estás lesionado, constante en recuperarte lo mejor posible. Trabajé al máximo para ahora poder estar bien y ayudar a mis compañeros.
Dice su ficha que usted es uruguayo, pero supongo que se siente de Portonovo.
Llegué aquí con unos meses. Pero sí que me costó un poco el proceso de nacionalización española. Estuve ahí que sí que no con el primer equipo y como no tenía la nacionalidad… Pudo impedirme haber estado un poco más con ellos. Pero ya lo tramité con ayuda de mi familia y, por suerte, pude debutar.
¿Cómo recuerda aquella fase de estar conviviendo con el primer equipo?
Fue una etapa muy dulce, porque justo venía de marcar con el filial y de ser titular haciendo un gran partido. Y de repente esa semana, recuerdo que fue un miércoles, me llamaron para ir con el Chacho, un entenador nuevo que decidió apostar por la cantera. Fueron dos, tres meses muy dulces. Estuve en dinámica con ellos, hacía todo con ellos y era increíble. Si bajaba al filial lo hacía con mi mejor cara también porque quería aportar. Pero estar conviviendo a diario con la plantilla de Primera es un sueño para cualquiera.
Se suele mirar mucho si los canteranos tienen 5 o 15 minutos de partido, pero también es clave entrenar con el primer equipo.
Todos queremos estar ahí y si no tienes minutos es porque esa gente lleva mucho tiempo y está consolidada en la categoría. Tienes que ayudar a que la competitividad aumente. Si tienes algún minuto, disfrutarlo y hacerlo lo menor posible. Si no lo tienes, poner la mejor cara.
¿Se aprende tanto en ese día a día?
Te fijas en gente como Iago, Santi o Brais, hablando de posiciones ofensivas, y aprendes mucho. Además, ellos te ayudan, se quedan contigo para ciertas tareas para que mejores: controla para allí, gana más tiempo…
Volvamos un poco para atrás. ¿Desde cuándo en la cantera del Celta?
Llegué de juvenil de primer año y antes estuve en el Portonovo.
¿Le costó ese cambio?
Sí que me costó. Al principio, ellos tenían otro ritmo, otro juego… Yo venía de un equipo de provincial menos exigente. Yo, tácticamente, era un corderito. Llegué al Celta y todos volaban, hacían diagonales… Yo llegaba al rondo y salía mareado.
Ahora, con 21 años, ¿en qué momento de su carrera está?
Un poco en una transición. Estás en una edad que o tiras para arriba o tiras para abajo. Si eres constante y trabajas puede ser que llegues y puedes no llegar. Pero si te relajas, al final te vas a quedar.
¿Y cómo está a nivel de contrato?
Bien, bien. Me queda este año y otro más, con opción a primer equipo. Tranquilidad. Si quieren sentarse a negociar con mis representantes lo pueden hacer en cualquier momento porque el Celta para mí lo es todo.
Hablemos de Onésimo. Más allá de la imagen que se pueda tener de él por exfutbolista y su vertiente televisiva, ¿cómo es en el día a día?
Si hay una palabra que lo define es exigente. Quiere que estemos todos enchufados, tanto los que juegan 90 minutos como los que no lo hacen ni uno. Sabemos que tenemos que apoyarnos entre nosotros. Si algo hace Onésimo es exprimir al máximo a todos. Le gusta ir rotando y dando oportunidades. Todos hemos tenido la nuestra y pudimos aprovecharla o no.
Cuéntenos del Chacho, por el contacto que ha tenido. Se dice que llega muy fácil al jugador.
Es un entrenador que te transmite y te convence. A mí personalmente me ayudó mucho en ciertos momentos, cuando no tenía claros conceptos en mi fútbol. Todo el cuerpo técnico te ayuda.
¿Cómo están viviendo los problemas que están surgiendo últimamente entre el primer y segundo equipo?
Nosotros estamos tranquilos porque sabemos que si trabajamos nuestro momento puede llegar. Al final, el filial tiene un plantilla corta y es entendible que, como nos están yendo las cosas, queramos estar todos implicados. Aunque, obviamente, todos queremos estar con el primer equipo.
¿Y cuál es su referente en el primer equipo?
Sobre todo, Santi Mina. Es un delantero top de Primera y lo está demostrando con sus números. Es muy fuerte, muy luchador y yo me identifico, salvando las diferentecias, con él.
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