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Rebotear y conservar el balón. Factores clave, de implicación colectiva y de cierto talento que, en muchas ocasiones, no se observan. Pero el Baxi Ferrol doblegó ayer al Celta Zorka Recalvitras el descanso a partir de la pelota, de su trato y de su recuperación. Y, aunque lo parezca, no es fútbol, es baloncesto y se consigue con buena circulación del esférico y, sobre todo, con ganarlo tras el lanzamiento a canasta.
En la primera mitad, el equipo de Cristina Cantero dominó las capturas (14-21) y el marcador registraba 43-40. Tras el paso por los vestuarios, el rebote pasó a ser local (24-15) y el tanteador finalizó 83-63. El resumen: con el doble de posesiones, el Ferrol anotó el doble de puntos. Cuando las viguesas tuvieron más balones, sólo pudieron mantener el marcador igualado. Clave.
El enfrentamiento comenzó con un Celta Zorka Recalvi aguantando el ritmo local. Lino López siempre opta por un juego veloz en la transición y, sobre todo, a la hora de compartir el balón. Lo hizo de inicio al final, pero se encontró a una escuadra céltica que aceptó el reto y comenzó acertada en el lanzamiento, especialmente de tres puntos. Anotaban ambos conjuntos con frecuencia y, de hecho, más de lo habitual para lo que acostumbra el baloncesto de Cristina Cantero, que no encontró la manera de cortar el ritmo local.
El cuarto inicial se cerró con 22-26 y una actuación destacada de Maimona Haidara y Trahan-Davis en la anotación, con 11 y 10 puntos, respectivamente, en la primera mitad. Poco a poco, con el paso de los minutos, la efectividad celeste bajó, pero sin alarmar para llegar al descanso tres puntos abajo (43-40). El partido estaba abierto.
El intermedio se presentaba como clave porque ambos equipos tenían claro lo que había que corregir para luchar por la victoria. El Baxi Ferrol tenía que compensar su inferioridad en el rebote y el Celta Zorka tenía que limitar las pérdidas y neutralizar el ritmo ofensivo de su oponente. Ocurrió lo primero. El equipo local pasó de sufrir en las capturas a dominarlas de forma clamorosa al recuperar un balón tras otro que era repelido por el aro. En el primer acto, terminó con 4 rechaces en ataque, elevó la cuenta a 14. Un dominio que le dio muchos balones extra.
Y, por su parte, el Celta apenas limitó las pérdidas, que continuaron siendo frecuentes, y, sobre todo, careció de capacidad para parar la circulación de balón de su oponente. Salvo la americana Howard, más talentosa y más individual, el Ferrol realizó una exhibición de pase en casi todos los ataques. Poca penetración, pero mucho movimiento del balón, por fuera y por dentro. Encontraban tiros y, si fallaban el primer intento, tenían el segundo y, muchas veces, el tercero.
Así, poco a poco, se fueron en el marcador ante un Celta que intentó neutralizar a su rival y su circulación con la zona, pero resultó ineficaz. El ataque dejó de funcionar, el porcentaje de tres bajó y desaparecieron los focos de anotación célticos. Derrota, aunque el equipo sigue fuera de descenso.
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