El bautismo de Mauri

Cada ola que surfeas nos acerca a la cura. Esta frase rezaba en el cartel promocional del acto que ayer se llevó a cabo en la playa de Patos con motivo del Día Internacional del Surf. Un bautismo para no iniciados en la disciplina, a razón de 15 euros por persona, cuya recaudación va a ser destinada íntegramente a la Asociación Española de Enfermos de Alexander, una dolencia neurodegenerativa ultra rara de origen genético. Y, al menos de momento, incurable. Es el mal que sufre el pequeño Mauri, vecino de Panxón. Por él, casi un centenar de personas se metieron al agua del arenal miñorano para someterse al rito iniciático surfero.

Allí estuvo el niño junto a su familia en una mañana llena de solidaridad y buen ambiente. Quizás las olas fueron mejorables. Pero tampoco tiene demasiada importancia teniendo en cuenta que la mayor parte de los participantes eran novatos en la materia. La cita estuvo comandada por la Asociación de Escuelas de Patos y, como es costumbre, se desarrolló con unos ejercicios de calentamiento previos, algunas clases teóricas en la arena y la máxima diversión dentro del agua.

Paralelamente, y como es costumbre, se concienció sobre la importancia de mantener la playa y el agua limpias. La sostenibilidad es algo muy asociado al surf desde siempre y así se explicó durante la sesión de ayer.

Además, hubo rifas para el sorteo de unas zapatillas y alguna que otra sorpresa. La recaudación puede ayudar a Mauri con las terapias ASO, que utilizan moléculas de ADN o ARN para dirigirse a secuencias específicas de ARN mensajero (ARNm) y regular la expresión de genes. Toda ayuda suma en la búsqueda de una cura. También la de las olas solidarias.