El Balonmano Porriño, con menos presupuesto tras la competición europea

El Balonmano Porriño lleva décadas demostrando un enorme realismo en su gestión. Control presupuestario estricto sin renunciar a la ambición con su cabeza de cartel, el equipo sénior femenino. Un trabajo pautado que le ha permitido, tras anteriores renuncias, atreverse a debutar esta temporada por fin en competición europea. Concretamente, en la tercera categoría, la Copa Europea. Y tras una profunda reflexión en verano hasta asumir las pérdidas que esta competición genera sí o sí aunque llegues a levantar el título.

Porque los sorteos los carga el diablo. Y si el de la primera ronda fue magnánimo -el Brixen italiano, que accedió a jugar los dos duelos en Porriño-, el de la segunda no lo fue tanto: el Bursa turco. Que, además de aumentar la complicación deportiva, provoca un desplazamiento capaz de dinamitar las cuentas. De ahí que el club aceptase jugar este fin de semana los dos partidos en Turquía.

Las cuentas están claras. Atreverse a afrontar la eliminatoria de manera ortodoxa, con cada equipo jugando en su pabellón un encuentro, supondría un gasto de entre 15.000 y 20.000 euros, según los cálculos ajustados realizados por el club. Sin embargo, tras la negociación de los dos clubes y la aceptación de la EHF -Federación Europea-, el hecho de que tanto la ida y la vuelta se disputen este fin de semana en Bursa le supondrá a la entidad porriñesa un desembolso de entre 8.000 y 10.000. Es decir, que el Porriño se gasta la mitad del dinero, un ahorro que estaba obligado a aceptar pese a que complique las opciones de clasificación.

Sin ingresos por victorias

Porque ni siquiera pasar ronda en esta Copa Europea te supone una alegría económica. Más bien, lo contrario. La EHF cobra una cuota de 400 euros por cada ronda superada. Cobra, no paga. Es decir, que cuanto más avances, más gastas. Por eso, la apuesta es seguir adelante pero con capacidad económica para hacerlo. Realismo económico porriñés.

Menos de la mitad de tiempo de descanso y con un largo viaje

Cuando mañana (15:00), el Conservas Orbe Zendal Porriño y el Bursa empiecen su eliminatoria de Copa Europea, hará poco más de 65 horas -menos de tres días- desde que las porriñesas estaban jugando su anterior encuentro -la derrota liguera de la noche del pasado miércoles en Málaga- y algo más de seis días desde que el conjunto otomano afrontó su último duelo -victoria liguera en casa el pasado sábado ante el Kirsehir-. Además, el conjunto del Louro se ha pasado buena parte de esas 65 horas desplazándose desde la Costa del Sol hasta Bursa, en la orilla contraria a Estambul respecto al mar de Mármara. Por lo tanto, el punto físico de una y otra escuadra será bien distinto y será una de las bazas más contundentes a favor de las turcas.

La expedición porriñesa voló ayer desde Sevilla hasta Estambul, con carretera previa desde Málaga y posterior hasta la mentada Bursa. A mediodía partía de la capital andaluza y ya de noche alcanzó su destino. Hoy tendrán el día para reponerse y preparar el doble duelo del fin de semana.

Por su parte, el Bursa lleva tranquilamente centrado en este doble enfrentamiento desde el pasado sábado. Además, con moral tras sus últimos resultados -tres triunfos consecutivos en la competición liguera-, aunque bien es cierto que este curso está sufriendo en casa con los rivales de nivel. Es tercero en liga con cinco victorias, un empate (ante el líder Yalikavak 28-28) y una derrota (ante el segundo, el Adasokagi 24-28) ante su público que deben servir de ejemplo al Porriño de que se les puede hacer frente y superarlas, aunque las de Isma Martínez vengan de perder la tercera plaza liguera tras caer en Málaga.