Un fotógrafo vigués, premiado en la Bienal de Arquitectura

“Mis fotos abordan esos espacios vagos, los olvidados que no tienen memoria”. Así explica Borja Sánchez Marcote (Vigo, 1989) sus tres fotografías premiadas en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo. Son paisajes de playa, dos tomadas en Ibiza y una en La Gomera. “Están muy lejos de la postal turística, muestra la acción de la Naturaleza frente a la huella que deja la obra humana, generando tensión entre ambas”.

Sánchez Marcote es uno de los ocho autores premiados en la convocatoria de la primera muestra fotográfica de la Bienal que proponía la doble visión de la España vaciada y la España llena. Puede verse en el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid hasta el 10 de octubre. En el exterior del claustro, una estructura en zigzag sirve para exponer las obras que conforman el relato de la exposición y permite distinguir las distintas áreas para reflexionar o relacionar obras y propuestas de distintos formatos y posibilitar la contraposición de las dos realidades.

Por primera vez, el vigués utiliza el color “me lo pedía el tema, el blanco y negro podía relacionarse con un sentido histórico que no tiene”. Con vocación documentalista y cierto carácter de denuncia, retrata la estética de la ruina, mostrando un pasado que ya no va a volver, desde las instalaciones de una platanera a un local de hostelería fuera de temporada.

“Este premio me hizo especial ilusión porque supuso la exposición en el museo donde hice mi primera individual; no esperaba ser seleccionado, mucho menos premiado y poder exponer donde todo comenzó”. La de Valladolid completa la inaugurada en el pabellón Mies va der Rohe de Barcelona.