La enorme crecida del Tea y el Miño

Las aguas del Tea bajaban ayer rugiendo y a toda velocidad camino de Ponteareas, por Mondariz Balneario, inundándolo todo a su paso. La lluvia sigue sin dar tregua y ayer fue otra jornada difícil para los retenes de Bomberos y Protección Civil, y efectivos de la Guardia Civil, que se mantuvieron en alerta y pendientes por si volvía a subir el cauce por diversos puntos. Ayer por la mañana, era tal el ímpetu del agua, que a su paso tronzaba ramas y árboles, muchos a la deriva y obstaculizando el discurrir de la corriente. El río y la niebla eran ayer el paisaje de Mondariz Balneario convertido en algunas zonas en una pequeña Venecia bajo el río cuyas aguas llegaron a inundar el CTI, el Centro de Iniciativas Turísticas rebasando el puente de acceso. Eso sí, a pesar de la espectacularidad con la que bajaba el río, todo el mundo coincidía en que había bajado considerablemente con respecto al miércoles “que daba miedo”.

En Ponteareas otro tanto de lo mismo. La parroquia de Moreira seguía ayer inundada en parte aunque las aguas habían bajado de nivel después de alcanzar la madrugada del miércoles, una cota de tres metros de altura, anegando bajos, garajes, pequeñas huertas familiares, el campo de fútbol y el acceso al Ponte das Partidas que sigue con dificultades para la circulación de vehículos con el consiguiente perjuicio que supone para los residentes en los núcleos de Moreira y Nogueira (parroquias ambas de Ponteareas). Y aunque el nivel de las aguas ha descendido considerablemente, las instalaciones deportivas de A Freixa, el Campo de Pardellas, la hípica y la zona de las canchas, eran ayer barrizales. Y los estragos fueron cuantiosos en maquinaria municipal y en la cantina.

Debido a la intensidad de la lluvia, que ayer por momentos era un auténtico diluvio sin parar, con la crecida de los ríos se inundaba Fornelos da Ribeira, parroquia de Salvaterra de Miño colindante con Ponteareas. El río totalmente fuera de cauce, anegó campos y viviendas. Y un vecino, amaneció con la sorpresa de que su garaje con coches y la piscina habían prácticamente desaparecido y estaban bajo las aguas. Todo inundado.

De todas maneras, y pese a los destrozos ocasionados por las inundaciones, tanto la población de Ponteareas como la de Mondariz Balneario, guardaban la calma. “Cada año lo mismo y ya estamos acostumbrados, otras veces ha sido peor", comentaban ayer a este diario, esperando -eso sí-, una tregua y que deje de llover. “Hace poco había una gran preocupación por la sequía, y ahora la preocupación es por tanta lluvia, no hay término medio y esto ya parece el Diluvio Universal”, ironizaban vecinos. La tregua se puede producir hoy viernes y mañana domingo, porque según las predicciones meteorológicas, el Anticiclón se está posicionando en Galicia y dejará de llover unas horas. Tan solo unas horas, porque el domingo vuelven las precipitaciones.