El centro de salud de Porriño mejoró el control de la diabetes

Médicos y enfermeras realizan un seguimiento estrecho de estos pacientes crónicos, con revisiones trimestrales, pruebas periódicas para prevenir complicaciones y formación

Javier García Soidán, en su consulta del centro de salud de O Porriño.
Javier García Soidán, en su consulta del centro de salud de O Porriño.

El centro de salud de O Porriño implantó hace años un modelo para atender a los pacientes con diabetes que está dando buenos resultados en el control de esta enfermedad. El doctor Javier García Soidán, que es el impulsor de esta iniciativa, explica que no sería posible sin la participación de un equipo “muy motivado” y en especial de la enfermería.

“En Atención Primaria atendemos en exclusiva al 90% de los pacientes con diabetes, mientras que el 10% restante se manejan de forma compartida entre Primaria y Endocrinología. Nosotros llevamos el peso en la gestión de la diabetes”. Esto afirma García Soidán apoyándose en un estudio realizado en el área sanitaria de Vigo hace dos años. Apunta que la prevalencia en España es del 13,8% entre los mayores de 18 años y que en Galicia puede rondar el 16% porque “tenemos más obesidad y va muy aparejada a la diabetes”. Es el principal factor de riesgo, la obesidad y todo lo que le rodea, desde una alimentación rica en azúcares y grasas hasta el sedentarismo sobre todo “en niños que se pasan el día sentados delante de una pantalla en lugar de correr o salir en bici, el futuro no pinta muy bien”.

En su centro de salud trabajan en varios frentes, desde la prevención con niños, embarazadas y centros educativos promoviendo una alimentación saludable y ejercicio. Además, actúan sobre los pacientes que tienen un riesgo alto de tener diabetes como los que tienen obesidad, las mujeres que tuvieron diabetes en el embarazo y en los que tienen otras enfermedades asociadas a la diabetes. “Los detectamos pronto y actuamos cuanto antes”. Por último, se vuelcan desde el principio con los que ya tienen un diagnóstico para asegurarse de que no surjan complicaciones. “El problema de la diabetes no es la diabetes, es tenerla mal controlada”, según explica.

En los diagnosticados, las visitas se hacen cada tres meses si están estables. La enfermera les pesan, les miden la tensión y el azúcar, y les dan consejos. Si todo va bien el médico los ve una o dos veces al año, coincidiendo con la analítica por si hay que cambiar algún tratamiento. A mayores, una vez al año les hacen otras pruebas para saber si tienen dañado el ojo, el riñón, los pies o el corazón.

Los resultados se miden en los controles de calidad. En 2019 la glucosa en sangre, la presión arterial y el colesterol de los pacientes había mejorado, mientras el sobrepeso se había estancado, “es donde menos avanzamos”. Comprobaron que se habían reducido los problemas de visión, corazón, riñón o hemorragia cerebral y que “ahora se mueren más de cáncer como el resto de la población que de las complicaciones de la diabetes”.

La pandemia introdujo un paréntesis porque tuvieron que dedicar más tiempo al covid y menos a los crónicos. Desde hace unos meses se están poniendo al día y esperan recuperar pronto los niveles de excelencia.

Dan clase a los pacientes para que asuman su propio cuidado

García Soidán destaca especialmente el papel de las enfermeras en la atención a la diabetes. Desde hace más de diez años crearon una escuela para los pacientes, con siete charlas formativas que se celebraban una vez a la semana. Les enseñan de forma individual y también por grupos, que solían formarse según las edades y grado de la enfermedad.

El médico explica que “hemos aprendido muchas cosas. El sistema tradicional en el que el médico y la enfermera le dicen al paciente lo que tiene que hacer sin que ellos opinen no funcionaba porque no seguían las recomendaciones. Nos dimos cuenta de que es el paciente el que está el 99,9% del tiempo solo en su caso y el que tiene que saber qué hacer en cada momento. Hay que adiestrarlos muy bien en los autocuidados, en la alimentación y el ejercicio, qué hacer si un control que hacemos en casa sale mal, qué hacer si van de viaje o si tienen fiebre. La educación es el quid de la cuestión. Antes les decíamos que tenían que perder peso pero ahora les explicamos el motivo y qué ocurre si no lo hacen para que asuman la responsabilidad. Eso aumentó mucho la adherencia al tratamiento”.

Antes de la pandemia había incluso salidas al supermercado con la enfermera para hacer una compra ideal y para aprender a leer las etiquetas.

En el centro de salud de O Porriño tienen además muy protocolizadas las pruebas que hacen a los pacientes para comprobar si surgen complicaciones. Utilizan retinografías para ver los ojos y han formado a profesionales de otros centros de salud e incluso a residentes en su manejo. Tienen también muy estandarizada la prueba para ver la circulación de los pies, así como la monitorización de la presión arterial, entre otras.

Preguntado por la investigación, señala que lo más esperado es la curación pero qeu la investigación para crear células capaces de producir insulina todavía no han dado resultado. Sin embargo, destaca los avances en medicamentos y en la tecnología por ejemplo para medir la glucosa de forma continua sin tener que pincharse cinco veces al día en el caso de los niños.

Para prevenir recomienda volver a lo que hacían los abuelos y los tatarabuelos, dieta mediterránea y hacer ejercicio todos los días, porque funcionaba.

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