La ausencia de transporte público separa al área de Vigo

La alcaldesa de Tomiño señala que hubo “incumplimiento de contrato por parte de la empresa” y la regidora de O Rosal asegura que “muchos estudiantes se quedan sin poder subir al autobús”

Usuarios que se dirigen al autobús de Lugove con destino a Gondomar en la Estación Intermodal de Vigo.
Usuarios que se dirigen al autobús de Lugove con destino a Gondomar en la Estación Intermodal de Vigo. | Jorge Santomé

En medio de las polémicas del transporte para conectar Vigo con otras ciudades españolas, la realidad es que la mayor ciudad de Galicia está aislada de las comarcas más próximas, como es el caso de Val Miñor y Baixo Miño. Este aislamiento se produce por un déficit en el transporte público en autobús, una situación que provoca que la conexión con municipios como Tomiño, O Rosal, Nigrán o Tui, acumule quejas de forma recurrente por retrasos, autobuses llenos sin plazas o servicios que no se llegan a ejecutar dejando a los usuarios sin transporte.

“Se han presentado mociones para denunciar la situación del transporte en Tomiño. Creemos que la situación va cada vez a peor. La demanda es mayor, pero sigue sin haber un compromiso para darle solución a un problema que existe, que es que el Baixo Miño no tiene comunicación directa con, por ejemplo, el Álvaro Cunqueiro, el punto de referencia sanitario en el área. Lo mismo ocurre con las áreas funcionales de trabajo, como es Vigo o incluso O Porriño”, señala la alcaldesa de Tomiño, Sandra González, al preguntarle por el servicio de transporte público. 

“Se ha hablado con la empresa, pero si el contrato y las prestaciones de la Xunta no cambian el resultado tampoco lo hará. Hemos hablado con la empresa, Lugove, a lo largo del año y siempre se remiten al contrato, que es insuficiente. Dicen que no dan abasto, con días donde hay hasta incumplimiento de contrato” apunta la regidora, que señala que hay gente que se ha quedado en las paradas, tanto en Tomiño como en Vigo, y de servicios que no se llegaron a realizar.

La insuficiencia en el servicio también es un problema en O Rosal. Su alcaldesa, Ánxela Fernández Callís, explica que en un año la situación con el transporte público no ha cambiado. “Es la misma situación, con horas claves donde el servicio no es suficiente. Es algo que se puede ver con los estudiantes de O Rosal en Vigo, como los del Centro Residencial Docente al lado del Meixoeiro. Los viernes a mediodía y los domingos de tarde muchos de ellos se quedan sin poder subir al autobús porque ya va lleno”, detalla la regidora.

Tui también es otra de las localidades donde los estudiantes se han visto afectados. “Las últimas quejas que recibimos fueron sobre el transporte universitario porque había una frecuencia que no se cumplía. Parece que ahora esta incidencia se subsanó, pero es cierto que esta última licitación de la Xunta originó muchos problemas y siguen existiendo quejas sobre el funcionamiento de los autobuses”, comenta Enrique Cabaleiro, alcalde de Tui. “Los usuarios demandan más frecuencias, mejor cumplimiento de los horarios y más información del servicio”, añade.

Sin embargo, este problema no afecta solo al Baixo Miño. En el Val Miñor también hay constancia de problemas. “No es un servicio perfecto y los usuarios siguen transmitiendo quejas que el Ayuntamiento traslada a la empresa directamente. Son quejas por falta de puntualidad, fundamentalmente, o por escasez de frecuencias (en ese caso se ha trasladado a la Xunta)”, exponen fuentes del Ayuntamiento de Nigrán. Además, también comunican que “el Ayuntamiento desconoce si la Xunta ha tomado cartas en el asunto”.

Aumento de demanda

El punto positivo lo ponen desde Baiona. El alcalde de la localidad, Jesús Vázquez Almuíña, habla de un “crecimiento de un 100% en el último año” en este servicio, por lo que “es normal que los desajustes sean evidentes”. “Nos reunimos y damos información a la empresa de los eventos que hay, como ahora con los Carnavales y la Arribada. Esa información es buena para que sepan que hay que reforzar ciertos horarios”, detalla el regidor baionés.

“Sí, es cierto que hay incidencias, pero es por el hecho de que la empresa lleva poco tiempo ocupándose del transporte y el crecimiento en Baiona fue más del 100% del 2023 al 2024. Creemos que todavía se puede mejorar el servicio, pero el adaptarse no es fácil y, dentro de esas dificultades, tanto la Xunta como la empresa están proclives a mejorar las cosas para que las quejas de los usuarios sean las menos posibles”, asegura el regidor al preguntarle si hay problemas con el autobús hacia Vigo.

La Xunta afirma que realiza un seguimiento y que se hicieron ajustes de horarios y paradas

La Consellería de Presidencia, Xustiza e Deportes de la Xunta, que también gestiona el transporte metropolitano, confirmó el crecimiento en la demanda del servicio, ya que “los servicios actuales atienden a las necesidades colectivas de movilidad en esta área y atraen cada vez a más usuarios. En 2024 se registró un crecimiento del volumen de viajeros del 6,6% con respecto a 2023 entre Vigo y los municipios de los alrededores”.

Además, aseguran que “en el marco del compromiso de la Xunta con el fomento del uso del transporte público, se lleva a cabo un seguimiento continuo del servicio para detectar posibles desajustes y trabajar en las mejoras que sean adecuadas para mantener un servicio de calidad, eficaz y atractivo para la ciudadanía”, que “en el último año se aprobaron distintos ajustes en los horarios y se adaptó con más precisión la duración entre paradas en varias líneas, conforme a la duración real de la prestación del servicio. Estas medidas favorecieron la puntualidad y permitieron mejorar la información disponible para la ciudadanía”. Al preguntarle a la consellería si tiene constancia de las reclamaciones por parte de los usuarios y de los ayuntamientos, afirmó que “analiza todas las reclamaciones y solicitudes de los usuarios del transporte público, para evaluar las incidencias y, si fuera necesario, estudiar las medidas correspondientes” con el fin de seguir “definiendo las medidas necesarias en cada caso para asegurar el mantenimiento de un servicio de calidad en las distintas conexiones entre Vigo, el Val Miñor y el Baixo Miño”.

Por su parte, la empresa Lugove es la encargada del servicio del transporte público en autobús que une las comarcas del Baixo Miño y Val Miñor con la ciudad de referencia en el área, Vigo, desde el año 2019 hasta el 2029. La compañía inició su travesía con quejas por parte de los usuarios por problemas en el servicio, una situación que se incrementó en los últimos años con las bonificaciones al transporte metropolitano y el aumento de la demanda. Al preguntarle sobre estos problemas hace un año, Lugove aseguró que “en momentos puntuales, se han detectado servicios que han tenido una mayor afluencia, pero no es factible prever en qué momento se pueden dar las circunstancias que lleven a esos incrementos en la demanda, ya que responden a variables con un alto grado de aleatoriedad.” Sin embargo, al preguntarle este año por mismos los problemas la empresa no quiso responder a las preguntas y declaró que “los concesionarios no debemos informar de un servicio público”.

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